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El abogado laboralista argentino Matías Cremonte fue reelecto presidente de la Asociación Latinoamericana de Abogados y Abogadas Laboralistas (ALAL) durante el Encuentro realizado en Goiania, Brasil. Con mandato hasta 2027, alertó que las reformas regresivas impulsadas en distintos países de la región buscan precarizar derechos, mientras destacó la resistencia sindical argentina frente al plan de Javier Milei.

Cremonte, director del equipo jurídico de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), asesor legal de la Federación de Trabajadores Aceiteros y de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), y expresidente de la Asociación de Abogados Laboralistas de Argentina (ALL), recibió un fuerte respaldo de sus pares para continuar liderando una organización que lleva un cuarto de siglo acompañando la defensa de los derechos sociales en el continente.

En su discurso de reelección, el dirigente advirtió sobre un escenario adverso: «Asistimos a un tiempo en el que, con la excusa de una supuesta modernización del derecho laboral del siglo XXI, en verdad se retrocede al siglo XIX. Lo que avanza es la precariedad, la miseria y la superexplotación, mientras crece la rentabilidad del capital y, con ella, la desigualdad social».

Cremonte subrayó que la experiencia argentina ocupa un lugar singular en el mapa regional: «El laboralismo latinoamericano mira con esperanzas la tradición de resistencia del movimiento obrero argentino ante las reformas laborales regresivas como la que intenta hacer el gobierno de Javier Milei».

«El laboralismo latinoamericano mira con esperanzas la tradición de resistencia del movimiento obrero argentino ante las reformas laborales regresivas como la que intenta hacer el gobierno de Javier Milei».

El abogado planteó que, mientras en muchos países las políticas de flexibilización se aplican con pocos contrapesos, en Argentina la combinación de lucha sindical y acciones judiciales logra poner límites y visibilizar la defensa de derechos básicos. Esa resistencia, remarcó, se convierte en una referencia para organizaciones de todo el continente.

Con la nueva conducción, la ALAL reafirmó su propósito de acompañar las luchas de las y los trabajadores latinoamericanos. «Asumimos este nuevo mandato con el renovado compromiso de defender los derechos de la clase trabajadora y sus luchas, como lo venimos haciendo desde la fundación de ALAL hace un cuarto de siglo», expresó Cremonte, dejando en claro que la abogacía laboralista tiene un rol clave frente a los embates contra el derecho social.

La reelección de Matías Cremonte al frente de la ALAL ratifica el protagonismo argentino en el debate laboral de la región. En un escenario marcado por intentos de flexibilización, el movimiento obrero y el laboralismo argentino son observados como un bastión de resistencia y esperanza frente a políticas que buscan recortar derechos. El desafío, como señaló Cremonte, será mantener la unidad, fortalecer la acción jurídica y sostener la defensa de las conquistas históricas en un tiempo donde la desigualdad amenaza con profundizarse.

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La canasta básica del jubilado supera $1,5 millones y cuadruplica la mínima

La Defensoría de la Tercera Edad estimó en $1.514.074 el valor de la canasta básica que refleja el costo de vida de los jubilados en septiembre de 2025. El informe expone la creciente distancia con la jubilación mínima, que con bono alcanza $390.277, y alerta sobre la situación crítica de quienes cobran pensiones no contributivas o la PUAM.

La nueva medición de la Defensoría de la Tercera Edad confirma un panorama alarmante para la población jubilada. En solo seis meses, la canasta básica que estima las necesidades esenciales de los mayores aumentó un 26,12 %, ubicándose en $1.514.074 mensuales.

La composición del gasto revela la presión de los rubros centrales: medicamentos representan el 27 % del total ($402.880), la alimentación un 23 % ($348.000), la vivienda un 19 % ($294.000) y los artículos de limpieza un 7 % ($107.444). Se trata de cifras obtenidas en base a relevamientos en áreas urbanas donde se concentra la mayor proporción de personas mayores, como Ciudad de Buenos Aires, el conurbano bonaerense, Córdoba, Rosario y Mendoza.

La brecha con las jubilaciones mínimas

La disparidad entre el costo de vida y los haberes previsionales es abismal. En septiembre de 2025, la jubilación mínima —incluyendo el bono extraordinario de $70.000— alcanzó los $390.277,17, apenas una cuarta parte de la canasta estimada.

La situación se agrava en los casos de pensiones más bajas. La Pensión Universal para Adultos Mayores (PUAM) se ubicó en $326.221,74, mientras que las pensiones no contributivas rondaron los $294.194,02. Estos montos, advierte la Defensoría, “están lejos de garantizar una subsistencia digna” y consolidan un escenario de creciente vulnerabilidad para uno de los sectores más golpeados por el ajuste económico.

El organismo subrayó en su informe que los datos “ratifican la situación de precariedad y miseria en la que se hunde cada vez más el sector jubilado”. La expresión refleja no solo la insuficiencia de los ingresos frente al costo de vida, sino también la presión de gastos ineludibles como los medicamentos, que se llevan más de una cuarta parte del presupuesto mensual estimado.

La escalada de la canasta del jubilado expone el deterioro estructural del sistema previsional argentino. Con un costo de vida que supera el millón y medio de pesos y haberes mínimos que apenas cubren una fracción de esa cifra, los adultos mayores enfrentan un escenario de creciente exclusión. La disparidad no solo es un indicador económico, sino también un síntoma social: la brecha entre ingresos y necesidades elementales se amplía, colocando a millones de jubilados y pensionados en una situación crítica que reclama soluciones urgentes.

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Moyano y Barrionuevo desafían al sector dialoguista en la antesala de la renovación sindical

A un mes de la elección de autoridades, la Confederación General del Trabajo atraviesa una puja decisiva. Mientras los sectores dialoguistas promueven una terna con Jorge Solá, Maia Volcovinsky y Cristian Jerónimo, Hugo Moyano y Luis Barrionuevo buscan imponer sus propios candidatos. La interna se mezcla con los preparativos de un inédito acto del 17 de octubre, que apelará a la tecnología para narrar la historia del peronismo.

La interna sindical: un triunvirato en disputa

Tras la reunión del Comité Central Confederal del 18 de septiembre, todo indica que la CGT reeditará el esquema de un triunvirato para el período 2025-2029. El consenso generalizado sobre la necesidad de “unidad” parecía allanar el camino para los candidatos impulsados por el sector dialoguista —Jorge Solá (Seguros), Maia Volcovinsky (Judiciales) y Cristian Jerónimo (Vidrios)—, pero la calma duró poco.

Luis Barrionuevo, histórico jefe de Gastronómicos, agitó primero el tablero. Aunque en un inicio defendía un esquema de secretario único, terminó proponiendo un trinomio propio con Sebastián Maturano (La Fraternidad), Gustavo Vila (Carga y Descarga) y Aníbal Lubaczewski (Textiles). Incluso deslizó la posibilidad de sumar una cuarta dirigente mujer, en un gesto más provocador que real. Sus sugerencias, sin embargo, no fueron tomadas demasiado en serio por el resto de la central.

La presión más contundente provino de Hugo Moyano. A sus 81 años, el líder camionero recuperó protagonismo tras apartar del gremio a su hijo Pablo y promover a otro de sus hijos, Huguito, como candidato a diputado por Fuerza Patria. Moyano insiste ahora en que Octavio Argüello, representante de Camioneros, integre el nuevo triunvirato. La avanzada amenaza con desplazar a Jerónimo, mientras que la inclusión de una mujer parece asegurada para garantizar equilibrio en la conducción.

Estrategias y movimientos en las sombras

La pulseada tiene un trasfondo político claro: cada sector busca asegurar espacios de poder en una CGT que deberá enfrentar la crisis social y económica derivada de las políticas de Javier Milei. Según fuentes sindicales, la postulación de Argüello podría ser, en realidad, una jugada de Moyano para favorecer el ascenso de su hijo Jerónimo como secretario de Juventud, lugar hoy ocupado por Sebastián Maturano.

Mientras tanto, los dialoguistas se mantienen cautelosos y evitan confirmaciones públicas. El único que expresó abiertamente su disposición a conducir fue Jorge Solá, actual secretario de Comunicación, aunque en su entorno admiten que preferiría un esquema de unicato antes que compartir la conducción.

El 17 de octubre “moderno”: mapping y streaming

En paralelo a las tensiones internas, la CGT prepara un acto conmemorativo inusual para el próximo 17 de octubre. En lugar de una movilización masiva con discursos en la calle, se organizará una serie de actividades en la denominada “semana de la lealtad”. El plato fuerte será un mapping sobre el histórico edificio de Azopardo, donde se proyectará la historia del peronismo, emulando experiencias como el espectáculo del Cabildo durante el Bicentenario en 2010.

La propuesta, impulsada por Solá, busca actualizar la forma de conmemorar la fecha fundacional del movimiento peronista. El evento será transmitido en vivo por Azopardo Stream, el canal digital de la central, y se complementará con intervenciones culturales en espacios públicos como estaciones de tren y plazas.

La CGT encara semanas decisivas entre la conmemoración de su efeméride más emblemática y la definición de su futuro liderazgo. El “acto moderno” del 17 de octubre será la vidriera de una central que intenta mostrarse renovada, mientras en sus pasillos se libra una batalla de poder clásica: nombres, alianzas y operaciones cruzadas. La incógnita persiste: quiénes integrarán finalmente el triunvirato que deberá conducir al sindicalismo argentino en uno de los momentos más complejos de su historia reciente.

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El deterioro del ingreso golpea con fuerza al empleo formal y ubica al salario real por debajo de los niveles del 2001


Un estudio del Área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (EDIL) de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA revela que, desde la asunción de Javier Milei, los trabajadores perdieron un 32% de poder adquisitivo. El retroceso coloca los ingresos en valores inferiores a los de 2001 y con una brecha del 62% respecto al pico alcanzado en 2011.

Un retroceso histórico en el salario real

El relevamiento académico muestra un panorama crítico para el mercado laboral argentino. Entre noviembre de 2023 y agosto de 2025, el salario mínimo, vital y móvil se desplomó un 32% en términos reales. A pesar de algunas mejoras en meses puntuales, la tendencia es descendente: solo en lo que va de 2025 la pérdida alcanza el 3,7%.

La comparación histórica dimensiona la magnitud del deterioro. El informe advierte que los salarios de agosto de este año se encuentran por debajo de los registrados en 2001, antes de la caída de la convertibilidad. Además, en relación con el máximo de la serie —septiembre de 2011—, la reducción alcanza el 62%.

Empleo formal en retroceso

El mercado laboral tampoco logra escapar a la contracción. En junio, último dato disponible, se destruyeron 12.200 puestos asalariados formales en el sector privado. Aunque el sector público sumó 7.800 empleos, el saldo total fue negativo, con una pérdida neta de 4.100 puestos, incluyendo el trabajo en casas particulares.

Según los registros del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), había en junio alrededor de 10,1 millones de trabajadores asalariados registrados. El informe del EDIL precisa que, tras leves recuperaciones intermitentes, el empleo formal volvió a retroceder en abril, mayo y junio de 2025, ubicándose en niveles similares a los de enero.

En perspectiva interanual, en junio de 2025 hubo 18.000 empleos formales menos que en junio de 2024, lo que equivale a una contracción del 0,2%. Frente a noviembre de 2023, el ajuste es mucho más marcado: casi 190.000 puestos destruidos, un 1,8% del total.

El peso de la política económica

La combinación de caída salarial y reducción del empleo refleja el impacto del programa económico implementado por la actual gestión. Con un enfoque de ajuste fiscal severo y apertura de mercado, la política oficial ha mantenido la inflación en niveles altos, al tiempo que los ingresos de los trabajadores se vieron erosionados por la falta de recomposición acorde.

Los analistas advierten que el retroceso no solo afecta el consumo interno, sino que compromete la sostenibilidad social y económica. El salario, motor del mercado doméstico, se encuentra en mínimos históricos, lo que limita la recuperación de la actividad y acentúa la precarización.

El informe de la UBA confirma un diagnóstico que se refleja en la vida cotidiana: la pérdida del poder adquisitivo se transformó en un fenómeno estructural. Con un salario real por debajo de los niveles de 2001 y con un retroceso equivalente a dos tercios de su valor histórico máximo, los trabajadores enfrentan un escenario de fragilidad que amenaza con profundizar la desigualdad. En paralelo, la destrucción de empleo formal erosiona aún más el tejido laboral. La “miseria planificada”, como titulan algunos economistas, se instala como uno de los rasgos más duros de la era Milei.

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