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Un informe del Instituto Gino Germani (UBA) expone la profundidad del deterioro salarial: el 72% de los trabajadores —formales, informales y cuentapropistas— percibe menos de $1 millón, mientras la canasta básica supera los $1,2 millones. Los alquileres, tarifas y alimentos absorben cada vez más del ingreso, crece el pluriempleo y se consolida un fenómeno estructural: trabajar ya no garantiza salir de la pobreza.

El último informe elaborado por los investigadores Eduardo Chávez Molina, Mariana Sosa y José Rodríguez de la Fuente del Instituto Gino Germani pone números concretos a una realidad que atraviesa todos los sectores: la mayoría de los trabajadores argentinos es pobre por ingresos.

Según el estudio, el 72% de los ocupados —incluyendo empleados formales, informales y cuentapropistas— gana menos de $1 millón mensual, un monto insuficiente para cubrir la Canasta Básica Total (CBT), que en octubre de 2025 trepó a $1.213.799 para un hogar tipo.

El impacto es transversal. Entre los asalariados formales, que históricamente fueron el núcleo más protegido del mercado laboral, el 58% tampoco alcanza el valor de la canasta básica. La informalidad, en tanto, exhibe cifras alarmantes: el 89% de los trabajadores no registrados y el 88% de los cuentapropistas de baja calificación se ubican por debajo de ese umbral.

El fenómeno del “trabajador pobre”: un límite que ya se quebró

El informe advierte que 1 de cada 5 trabajadores con jornada completa de 40 horas semanales es pobre por ingresos. Entre los asalariados informales, esa proporción se dispara al 41,3%.

Los investigadores comparan la situación local con el fenómeno de los “mileuristas” en España, pero remarcan diferencias determinantes: en Argentina, sin subsidios a tarifas y con alquileres desregulados, la precariedad se profundiza mucho más.

Los aumentos persistentes en alimentos y servicios básicos —gas, luz y agua— explican gran parte del deterioro. El gasto en servicios pasó de representar el 4% del salario mediano a finales de 2023 al 11% en 2025, un salto que achicó drásticamente el margen de consumo y dejó sin capacidad de ahorro a millones de personas. Para muchos hogares, cualquier imprevisto económico —un arreglo, una enfermedad, una merma en las horas trabajadas— se convierte en una crisis inabordable.

Los autores del estudio advierten sobre un fenómeno creciente de “pobreza residencial”: trabajadores que, aun con empleo estable, destinan la mayor parte de sus ingresos a mantener un techo y no pueden cubrir otros gastos esenciales.

Pluriempleo en alza: cuando un trabajo ya no alcanza

La insuficiencia salarial está empujando a más personas a sumar segundas ocupaciones. Según el informe, el pluriempleo asciende al 12% de los ocupados, un récord que afecta tanto a informales como a trabajadores con empleo registrado.

El fenómeno es especialmente visible en sectores como Comercio, Gastronomía, Construcción y Transporte, donde el “Efecto Flexibilidad” permitió a algunos trabajadores ajustar precios y mejorar ingresos en términos relativos, aunque con salarios que siguen lejos de los valores de la canasta básica.

Una paradoja en la estadística: baja la pobreza, pero no mejora la vida cotidiana

Pese al escenario crítico, el informe señala una mejora relativa en los indicadores luego del pico de inflación del inicio de la gestión actual. La pobreza por ingresos cayó al 31,8%, una cifra más baja que la de meses anteriores y cercana a los niveles de 2018.

La recuperación se explica por incrementos en los ingresos de ciertos sectores informales, que lograron actualizar tarifas y precios con mayor velocidad que los asalariados registrados. Sin embargo, los investigadores advierten que estos avances no alcanzan para revertir la crisis estructural del empleo.

Un mercado laboral que acumula problemas

El deterioro salarial se enmarca en un mercado de trabajo con dificultades múltiples: 9,7 millones de personas —el 67% de la Población Económicamente Activa— enfrentan problemas laborales, ya sea por desocupación, subocupación o inserción en puestos de baja calidad.

La combinación de inflación acumulada, pérdida de poder adquisitivo y ausencia de crédito configura un escenario en el que la movilidad social ascendente parece cada vez más lejana.

El informe del Instituto Gino Germani confirma que el fenómeno del trabajador pobre ya no es una excepción sino la norma en la Argentina. El salario perdió su capacidad de garantizar bienestar, y la mayor parte de los trabajadores —incluso aquellos con empleo registrado— no logra cubrir la canasta básica.

En un país donde trabajar deja de ser sinónimo de estabilidad, el desafío ya no es solo económico: es social, político y estructural. Y mientras el ingreso siga por detrás de los precios, el pluriempleo, la precariedad y la pobreza laboral seguirán marcando el pulso del mercado de trabajo argentino.

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La canasta navideña subió 27% y desafía el presupuesto familiar

Un informe de la consultora Focus Market reveló aumentos significativos en alimentos tradicionales y variaciones mixtas en artículos de decoración. Con un gasto total que supera los $423.000 en productos decorativos y los $95.000 en alimentos, las familias ajustan hábitos y priorizan descuentos, cuotas y compras de último momento.

La canasta navideña 2025 llega con incrementos que complican el bolsillo y reconfiguran la manera en que los argentinos se preparan para las fiestas. Según un relevamiento de Focus Market, el costo de los productos decorativos aumentó un 12% interanual, mientras que los alimentos típicos de fin de año se encarecieron bastante más, empujando el promedio general a un aumento del 27% respecto de 2024.

En el rubro decoración, los incrementos más notorios se registraron en pesebres de nueve piezas (+28%), los juegos de luces cálidas LED (+27%) y las guirnaldas verdes (+18%). Sin embargo, no todos los precios siguieron la misma tendencia: las coronas navideñas (-17%) y los sets de 24 adornos (-29%) se abarataron, favorecidos por mayor diversidad de oferta y apertura del mercado.

Con estas variaciones, el conjunto de los ocho productos decorativos relevados pasó de $377.504 a $423.955.

El alimento festivo, el más golpeado por la inflación

En contraste con la decoración, el rubro alimenticio muestra una presión mucho más marcada. El incremento más fuerte lo protagoniza la torta española de frutos secos (+47%), seguida por el pan dulce con frutas (+44%) y el turrón blando de almendra (+38%).

Aun así, algunos ítems mantienen subas relativamente moderadas: el pan dulce con chips de chocolate (+9%), las garrapiñadas (+7%) y el champagne (+1%).

En total, el valor promedio de los doce alimentos típicos medidos se elevó de $75.013 en 2024 a $95.401 en 2025.

Focus Market remarcó además que dos de los tres productos con mayores aumentos son importados, evidenciando la sensibilidad del precio de los alimentos externos al tipo de cambio y la disponibilidad de stock. En cambio, la mayor competencia en decoración ayudó a frenar aumentos más pronunciados.

Promociones, cuotas y compras sobre la hora

La situación económica empuja a los consumidores a estrategias de compra más defensivas. Según el estudio, el 74% prioriza promociones y descuentos, un dato que consolida la tendencia del “cazador de ofertas” como comportamiento dominante en las fiestas.

Otros mecanismos también ganan terreno:

9% opta por cuotas y financiamiento,

7% aprovecha beneficios por pago con débito o QR.

El calendario de compras también se comprimió:

44% compra una semana antes,

27% lo hace un mes antes,

21% espera al fin de semana previo a Navidad.

En cuanto a los métodos de pago, el 61% usa tarjeta de crédito, mientras que 16% aguarda el cobro del aguinaldo y 12% utiliza rendimientos de cuentas remuneradas.

Estrategias comerciales, la clave para sostener las ventas

Para Damián Di Pace, director de Focus Market, el panorama obliga al comercio a redoblar esfuerzos: “Las estrategias que ofrezcan descuentos realmente atractivos y planes de pago accesibles serán fundamentales para dinamizar las ventas y sostener el espíritu festivo en un contexto desafiante”.

Con precios que no dan tregua pero con consumidores más atentos y selectivos, la Navidad 2025 se encamina a ser una celebración donde las promociones, más que los adornos o el pan dulce, se convierten en el protagonista central.

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Reforma laboral: el sindicalismo rechaza versiones sobre un esquema especial para jóvenes

En medio de la discusión por la reforma laboral que el Gobierno busca llevar al Congreso en sesiones extraordinarias, la CGT negó categóricamente la existencia de un proyecto que establezca un régimen flexible para trabajadores menores de 30 años. El sindicalismo calificó de “absolutamente falsas” las versiones difundidas en redes y medios, y ratificó su posición de rechazo a cualquier intento de recorte de derechos.

La Confederación General del Trabajo salió a desmarcarse de los trascendidos que indicaban que la cúpula sindical habría acercado al Ejecutivo un borrador para crear un régimen laboral juvenil con condiciones más flexibles que las previstas en la Ley de Contrato de Trabajo.

Fuentes consultadas por el sitio Mundo Gremial fueron tajantes: “No existe tal propuesta ni negociación informal al respecto, y cualquier información que circule en ese sentido es absolutamente falsa”, aseguraron dirigentes cercanos a la conducción.

Según las publicaciones desmentidas, la iniciativa incluiría modificaciones en salarios, vacaciones, jornadas laborales e indemnizaciones, y plantearía que recién al cumplir los 30 años se accedería a la totalidad de los derechos laborales. Las versiones también señalaban que el Gobierno vería con buenos ojos ese esquema como herramienta para incentivar el empleo joven. Pero la CGT derribó de plano esa posibilidad.

Negociaciones sensibles en la antesala del proyecto oficial

La desmentida ocurre en un momento clave: el oficialismo planea presentar este martes 9 de diciembre el proyecto final de reforma laboral, en un acto en Casa Rosada. El texto incluiría cambios en indemnizaciones por despido, aportes patronales y un rediseño orientado a reducir el costo laboral de las empresas.

La elaboración del borrador está a cargo del jefe de Gabinete, Manuel Adorni, y del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, junto con equipos del Consejo de Mayo. El Gobierno busca avanzar en un paquete de medidas que choca frontalmente con las posiciones históricas del sindicalismo.

La CGT, en guardia ante cualquier intento de flexibilización

La central obrera ratificó su postura de alerta permanente frente a la posibilidad de que la reforma implique pérdida de derechos o retrocesos normativos. Para la conducción que integran Jorge Sola, Cristian Jerónimo y Octavio Argüello, cualquier intento de instalar un régimen laboral más laxo para jóvenes sería “inaceptable” y rompería con principios centrales del movimiento obrero.

El sindicalismo anticipa que dará pelea política y judicial ante cualquier iniciativa que implique precarización o debilitamiento de las protecciones actuales. En un clima de tensión creciente, la CGT busca dejar en claro que no avalará proyectos que flexibilicen el trabajo, ni siquiera bajo la promesa de promover el empleo juvenil.

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Entre el acuerdo salarial y la reforma laboral: la mirada de Martín Solazzo (UOM San Juan)

El secretario general de la UOM San Juan, Martín Solazzo, analizó el acuerdo salarial alcanzado tras 90 días de negociaciones. Destacó los avances para los trabajadores, señaló el deterioro del empleo industrial y cuestionó el rumbo económico y laboral del Gobierno. También advirtió por el impacto de las homologaciones demoradas y la falta de diálogo oficial.

La Unión Obrera Metalúrgica concluyó un extenso proceso de negociaciones paritarias para el período septiembre 2025–marzo 2026, en un contexto nacional marcado por cierres de plantas, caída del empleo y tensiones políticas por la inminente reforma laboral. Martín Solazo, hizo un balance del acuerdo y trazó un diagnóstico severo sobre la situación industrial del país.

“Fueron tres meses de negociaciones, pero finalmente logramos un entendimiento razonable para el trabajador dentro del contexto actual”, señaló el dirigente. El esquema contempla un 3,14% para septiembre —correspondiente a la paritaria previa y que nunca llegó a aplicarse—, un 4,2% en noviembre y otro 4,2% en enero. El resto de los meses se complementan con bonos de suma fija: $35.000 en octubre y diciembre, $15.000 en noviembre y enero, $25.000 en febrero y nuevamente $35.000 en marzo.

Según explicó Solazzo a Mundo Laboral SJ, la combinación entre porcentuales y montos fijos permitió superar el nivel de aumento que buscaba limitar el Gobierno. “La sumatoria da un 12% y, siendo acumulativo, llega a un 14%. El Gobierno pretendía que no se pasara del 7 a 7,6% en estos siete meses. Si nos guiábamos solo por porcentuales, perdíamos; los bonos fueron claves para sostener el salario.”

Además, la UOM logró dejar asentado que la base de cálculo para abril de 2026 se incrementará automáticamente en un 5%, punto que había sido acordado meses atrás pero que las cámaras empresarias no habían aplicado por problemas de redacción. Esta corrección queda ahora formalmente incorporada como piso para la paritaria 2026–2027.

Homologación y revisiones: el otro frente abierto

El referente gremial advirtió, no obstante, sobre un problema que se volvió frecuente en el último año: las demoras en la homologación de acuerdos por parte de la Secretaría de Trabajo. “Venimos padeciendo esperas de 60 u 80 días. Esperamos que esta vez no pase lo mismo”, expresó.

También confirmó dos instancias de revisión: una en enero —para medir el impacto inflacionario del fin de año— y otra en marzo. Según explicó, diciembre suele ser un mes de fuerte presión de precios y es clave analizar si el poder adquisitivo queda rezagado.

Un sector golpeado: cierres, retiros y un modelo sin industria

Más allá del acuerdo salarial, Solazzo describió un panorama industrial crítico. Señaló cierres recientes que golpearon al sector metalúrgico y a la actividad manufacturera en general.

“Empresas históricas como SKF o Whirlpool se están yendo después de décadas. Son señales claras del daño que hace un modelo económico sin horizonte industrial”, afirmó. Para el dirigente, la caída del consumo —a su vez consecuencia de la pérdida salarial— profundiza el deterioro del mercado interno y acelera el cierre de plantas. “Si hay un mal salario, no hay consumo, y sin consumo la industria se cae. Es directamente proporcional.”

El líder metalúrgico remarcó que la UOM busca acuerdos que puedan asumir tanto grandes firmas como pymes, pero reconoció que la situación económica vuelve cada negociación más compleja. “Seguimos estando varios puntos abajo. En algún momento hay que recuperar lo perdido”, sostuvo.

Reforma laboral y tensión con el Gobierno

En la recta final de la entrevista, Solazzo fue particularmente crítico con el manejo político del Gobierno, tanto en materia laboral como institucional. En referencia al proyecto de reforma laboral impulsado por el Ejecutivo, afirmó: “La CGT tiene razón en su postura. Esta es una reforma regresiva que no vamos a acompañar bajo ningún punto de vista.”

También cuestionó la falta de diálogo y la tendencia del Gobierno a imponer definiciones sin consenso: “No es de sorprender. El Gobierno trabaja así: no debate, no escucha y termina resolviendo por DNU. Lo vimos incluso con el salario mínimo.”

Para el titular de la UOM San juan, la respuesta sindical será firme: “Resistiremos, saldremos a la calle y haremos lo que tengamos que hacer para que no nos atropellen al sector trabajador.”

El acuerdo paritario metalúrgico representa un alivio moderado en un escenario económico adverso, donde la pérdida salarial, el freno industrial y las tensiones políticas se superponen. Martín Solazzo celebra un entendimiento que, dentro de las limitaciones, refuerza ingresos y establece garantías futuras, pero no oculta la preocupación por el presente del sector y por un Gobierno que, según advierte, desconoce el rol estratégico de la industria y del trabajo organizado.
El cierre de plantas, la caída del empleo y la inminente discusión por la reforma laboral prefiguran un 2026 cargado de desafíos, en el que la pulseada entre sindicatos y Gobierno volverá a ser central para el rumbo social y productivo del país.

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