El Gobierno decidió postergar nuevamente la implementación de las privatizaciones de empresas estatales
El Gobierno nacional decidió postergar nuevamente la implementación de la medida que permitiría activar las privatizaciones de empresas estatales. Esta decisión, publicada en el Boletín Oficial, genera interrogantes sobre la estrategia económica del Ejecutivo y su capacidad para impulsar reformas estructurales.
La declaración de emergencia pública en materia económica, financiera y fiscal, realizada por el presidente Milei, sentó las bases para una serie de reformas orientadas a achicar el Estado y fortalecer el equilibrio fiscal. Sin embargo, la postergación de las privatizaciones plantea dudas sobre la efectividad de esta estrategia.
Implicaciones de la Prórroga
La prórroga de 60 días establecida por el decreto permite al Gobierno contar con más tiempo para concretar los procedimientos legales y administrativos necesarios para la privatización de las empresas estatales. No obstante, esta decisión también puede interpretarse como un signo de debilidad en la capacidad del Ejecutivo para impulsar reformas estructurales.
Alternativas para la Implementación de las Privatizaciones
El Gobierno cuenta con varias opciones para concretar las privatizaciones, incluyendo la apertura de licitaciones, la oferta pública inicial (IPO) y la cesión de empresas a los empleados o a terceros. Sin embargo, la elección de la opción más adecuada dependerá de una evaluación cuidadosa de los costos y beneficios potenciales de cada alternativa.
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Aguinaldo 2025: cuándo se paga y cuánto corresponde cobrar en diciembre
El Sueldo Anual Complementario correspondiente a diciembre 2025 ya ingresa en la agenda económica de millones de trabajadores. La Ley de Contrato de Trabajo fija plazos estrictos para su pago y contempla un margen excepcional que no puede extenderse más allá del 24 de diciembre. Cómo se calcula, quiénes deben recibirlo y qué hacer si la acreditación se demora.
De acuerdo con la legislación vigente, la fecha límite de pago es el 18 de diciembre de 2025. No obstante, la normativa contempla un plazo de gracia de cuatro días hábiles destinado a resolver cuestiones administrativas o bancarias que puedan demorar el proceso. Con este margen excepcional, el plazo máximo para que el aguinaldo esté acreditado es el 24 de diciembre de 2025.
Una vez superada esa fecha, la mora es automática y el trabajador queda habilitado para iniciar reclamos, exigir el pago con intereses y, de ser necesario, promover actuaciones ante la autoridad laboral.
Quiénes están alcanzados por el aguinaldo de diciembre
El SAC debe ser abonado a todas las personas que se encuentren bajo relación laboral registrada, incluyendo:
Empleados del sector privado.
Trabajadores estatales.
Personal de casas particulares.
Trabajadores rurales y de actividades agropecuarias.
Jubilados, pensionados y beneficiarios de ANSES comprendidos por la normativa.
En el caso de los jubilados y pensionados, el organismo previsional abona el aguinaldo junto con el haber mensual, entre el 9 y el 23 de diciembre, según la terminación del DNI.
Cómo calcular el monto del aguinaldo
El método de cálculo es claro y obligatorio:
El aguinaldo equivale al 50% de la mayor remuneración bruta percibida entre julio y diciembre.
Ese monto debe contabilizar:
Sueldo básico.
Horas extras.
Comisiones y premios remunerativos.
Adicionales establecidos por convenio.
Sumas fijas que integren el salario bruto.
Cuando el trabajador no completó los seis meses del semestre, el aguinaldo debe liquidarse de manera proporcional al tiempo trabajado.
Ejemplo:
Si la remuneración bruta más alta del semestre fue de $750.000, el aguinaldo correspondiente ascenderá a $375.000 brutos.
Qué hacer si el aguinaldo no se acredita en término
El incumplimiento del pago dentro del plazo legal habilita una serie de acciones formales:
- Intimar al empleador mediante carta documento o notificación electrónica con constancia de envío.
- Radicar una denuncia —gratuita— en la Secretaría de Trabajo de la Nación o en el organismo laboral de cada provincia.
- En el caso de jubilados, verificar el calendario oficial de ANSES y realizar el reclamo correspondiente a través del 130.
La falta de pago constituye una infracción laboral y puede derivar en intereses resarcitorios y sanciones para la empresa.
El aguinaldo de diciembre no es un gesto de buena voluntad, sino un derecho laboral consolidado. La norma fija plazos estrictos y un método de cálculo uniforme que protege el ingreso de trabajadores y jubilados en el tramo final del año. Con una fecha tope inamovible —el 24 de diciembre—, cualquier retraso habilita un reclamo formal, reforzando la importancia de conocer la legislación para garantizar que el beneficio se cumpla en tiempo y forma.
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Reforma laboral: tensión máxima entre la CGT y el Gobierno en la previa del debate legislativo
La CGT denunció que el Gobierno no tiene “voluntad de diálogo” y que pretende avanzar con una reforma laboral “regresiva” sin convocar a ámbitos de negociación. Mientras tanto, la Casa Rosada dejó atrás cualquier intento de consenso y ya distribuyó el borrador definitivo entre sus principales figuras. La apuesta oficial es aprobar la flexibilización laboral entre el 10 y el 31 de diciembre, pese a la resistencia sindical y las dudas de varios gobernadores.
La discusión por la reforma laboral ingresa en una fase de máxima tensión política. El cosecretario general de la CGT, Cristian Jerónimo, reafirmó que la central obrera no acompañará ningún proyecto que implique una reducción de derechos y denunció que el Gobierno mostró “falta de voluntad” para habilitar una mesa de negociación real.
“Hasta que el Gobierno no convoque y no construya un ámbito de negociación conjuntamente con quienes representamos los intereses del mundo del trabajo, no estaremos de acuerdo con ninguna reforma regresiva”, sostuvo Jerónimo, también titular del Sindicato del Vidrio (SEIVARA), en diálogo con Radio Rivadavia. Además, desmintió que la CGT oponga resistencia sin conocer el contenido del proyecto: según señaló, la información llega a través de estudios jurídicos vinculados al sector empresarial, ante la ausencia de comunicación oficial.
Mientras la central obrera reclama diálogo, la Casa Rosada avanza en sentido contrario. Altas fuentes del oficialismo confirmaron que el texto final de la reforma —elaborado con la participación del ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger— ya está en manos del jefe de Gabinete, Manuel Adorni; del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem; y de la futura jefa del bloque oficialista en el Senado, Patricia Bullrich. El objetivo es claro: aprobar la ley antes de fin de año.
En esta etapa, el Gobierno dejó a un lado la narrativa del consenso que había prometido en el marco del Consejo de Mayo. La última reunión de ese espacio terminó en un choque frontal: Gerardo Martínez, representante de la UOCRA y delegado cegetista, calificó el borrador como un “atentado contra los derechos de los trabajadores”, mientras que Martín Rappallini, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), también cuestionó el proyecto, pero por el motivo inverso: consideró que “flexibiliza poco” el mercado laboral.
Pese a las críticas de los dos principales actores del mundo laboral, en el oficialismo aseguran que solo un reducido grupo conoce la letra final del documento. Ni sindicatos ni empresarios afirman haber recibido modificaciones respecto de la versión rechazada.
El borrador con los puntos centrales del proyecto en circulación incluiría medidas sensibles:
Tope a las indemnizaciones para todos los contratos nuevos.
Nuevos regímenes para empleo joven, con mayor flexibilidad y menos derechos iniciales.
Rediseño de obligaciones laborales que, según el Gobierno, permitirían crear empleo y reducir litigiosidad.
Desde la CGT, los secretarios generales Jorge Sola, Cristian Jerónimo y Octavio Argüello adelantaron que resistirán cualquier intento de recorte de derechos en medio de una crisis económica profunda.
El rol de los gobernadores
Con el Congreso como escenario de la próxima disputa, la CGT comenzó a trabajar en su estrategia política. Dirigentes cegetistas mantuvieron reuniones reservadas con gobernadores, quienes —según fuentes sindicales— muestran una predisposición mayor a escuchar las advertencias gremiales que a alinearse automáticamente con el Ejecutivo.
En las provincias hay preocupación: temen que un conflicto social de gran magnitud erosione aún más la frágil situación económica, mientras esperan definiciones sobre el envío de fondos nacionales, un factor clave para inclinar posiciones.
Desde la Casa Rosada aseguran que cuentan con el compromiso de varios mandatarios para no bloquear la reforma, aunque en los distritos se percibe cautela y un incipiente giro de algunos gobernadores hacia posiciones más cercanas a la CGT.
El clima político se tensiona también desde otros gremios. Armando Cavalieri, titular de Comercio, instó a sus afiliados a permanecer “alertas al más mínimo movimiento” del Gobierno y afirmó que la única reforma laboral que hoy espera la sociedad es “la que recupere el salario hundido”.
La reforma laboral se convirtió en el eje más conflictivo de la agenda legislativa que prepara el oficialismo para diciembre. La combinación de un proyecto de alto impacto social, el apuro por aprobarlo antes de fin de año y la exclusión del diálogo tripartito clásico configuraron un escenario de choque anunciado.
El Gobierno busca un cambio estructural del sistema laboral, mientras que la CGT considera que cualquier flexibilización agrava la precariedad y profundiza la desigualdad en un contexto de ingresos deteriorados. El rol de los gobernadores aparece como el factor que puede inclinar la balanza: sin su apoyo, el oficialismo enfrentará dificultades para aprobar una reforma que requiere acuerdos interbloque y contención territorial.
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Cierre masivo de panaderías: más de 1.800 locales bajaron la persiana y se perdieron 15.000 empleos en dos años
El Centro de Panaderos de Merlo alertó sobre el colapso del rubro: desde 2023 cerraron más de 1.800 panaderías en todo el país y se perdieron cerca de 15.000 puestos de trabajo. Con ventas desplomadas y costos energéticos que no dejan de aumentar, el sector asegura que “trabaja a pérdida” y que la situación actual es incluso más grave que en 2001 y durante la pandemia.
La crisis económica continúa dejando marcas profundas en los sectores productivos y, en particular, en uno de los rubros más tradicionales del país: las panaderías. Según datos brindados por el Centro de Panaderos de Merlo, en los últimos dos años cerraron aproximadamente 1.800 panaderías en toda la Argentina, producto de la caída abrupta del consumo y del incremento constante de los costos operativos. El impacto sobre el empleo es directo: más de 15.000 trabajadores perdieron su fuente laboral.
En declaraciones a Radio Splendid, el titular del Centro, Martín Pinto, trazó un diagnóstico contundente: el sector “está trabajando siempre a pérdida” y la mayoría de los comercios apenas logra “subsistir” en un contexto donde la ecuación económica dejó de cerrar hace tiempo.
Pinto comparó el escenario actual con dos momentos críticos de la historia reciente: la crisis del 2001 y la pandemia. Sin embargo, aseguró que el presente “no es nada comparado con lo que estamos viviendo hoy”. El dirigente explicó que las ventas cayeron alrededor del 55% en los últimos meses, en paralelo con fuertes incrementos en las tarifas de energía que oscilan entre el 45% y el 50%, encareciendo de manera exponencial la producción.
El deterioro del poder adquisitivo aparece como el factor que más golpea al sector. “La gente hoy compra lo que puede y no lo que quiere”, afirmó Pinto, aludiendo al recorte generalizado del consumo básico. La demanda se desploma incluso en productos de primera necesidad como el pan, las facturas y los bizcochos, tradicionalmente resistentes a las crisis.
La ecuación es doblemente problemática: mientras los costos suben mes a mes —harina, margarina, levaduras, gas y electricidad— los salarios permanecen “pisados desde hace un año”, lo que impide que una eventual suba de precios compense la caída en el volumen de ventas. “Aumentar no resuelve nada: la gente simplemente deja de comprar”, advirtió.
El efecto en cadena es devastador. Muchas panaderías familiares redujeron personal, acortaron horarios o directamente cerraron sus puertas. En tanto, las más grandes operan al límite, sin margen para nuevas inversiones ni para absorber mayores subas de costos.
El sector panadero es históricamente uno de los primeros indicadores del deterioro del consumo masivo. Cuando el poder adquisitivo cae, los hogares ajustan incluso en alimentos básicos. La combinación de inflación sostenida, tarifas en ascenso y caída del ingreso real genera una tormenta perfecta que termina por expulsar del mercado a cientos de pequeños comercios.
A su vez, el cierre de panaderías impacta en otros eslabones de la cadena productiva: molinos, distribuidores, proveedores de insumos y transportistas sienten también la retracción. Con precios sensibles y márgenes cada vez más estrechos, la actividad opera por debajo de niveles mínimos de rentabilidad.
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