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La propuesta fue avalada por el gremio mayoritario del sector, mientras que ATE no lo aceptó.

El sindicato de trabajadores estatales nacionales UPCN aceptó esta tarde la propuesta salarial que acercó el Gobierno de un aumento del 7 por ciento a partir de octubre en una cuota, mientras que en diciembre volverán a reunirse.

La propuesta del Poder Ejecutivo fue avalada por el gremio mayoritario del sector, que se trata de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), mientras que ATE (Asociación Trabajadores del Estado) no la aceptó.

En diciembre las partes buscarán acordar otro porcentaje para sumarlo al 7 por ciento que se comenzará a pagar desde octubre. Por el Ministerio de Trabajo asistió a la reunión la secretaria de Empleo, Ana Castellani, mientras que el titular de UPCN, Andrés Rodríguez, envió emisarios, en tanto que el secretario general de ATE, Hugo «Cachorro» Godoy, representó a su gremio.

Se trató de la segunda reunión paritaria, luego de la que mantuvieron la semana pasada, cuando los dos gremios rechazaron el primer ofrecimiento del Gobierno. Lo que se acordó en esta última reunión fue acortar la paritaria y negociarla cada tres meses, en lugar de que los gremios acepten ese acuerdo más largo del 17% cuya última cuota estaba pautada para abril. Esa oferta era en 4 tramos: 4% en octubre 3 en diciembre, 4% en febrero y 6 en abril.

Paritarias de estatales en Provincia

El gobierno de la provincia de Buenos Aires finalizó la segunda reunión paritaria con los gremios Fegeppba, ATE, Cicop, AMRA, y UPCN. La propuesta salarial fue de un 10% de incremento a partir de septiembre a todos los empleados y empleadas enrolados en la ley 10430. La cifra, sumada a los $4000 que otorgaron en la primera mitad del año, representa un 25,2%, porcentaje que no ocurría hacía tres años.

Además, ofrecieron incrementar las asignaciones familiares en un 30%. Dicha suba sería la primera en 4 años, ya que las mismas estaban congeladas desde agosto de 2016. En septiembre de 2016 el gobierno nacional otorgó aumentos a las asignaciones, pero el entonces gobierno de María Eugenia Vidal no los replicó; ello implicó una caída en el valor real de las asignaciones familiares de entre 49% y 55% según el tramo. 

De esta forma, en salarios de hasta $35.621, la asignación familiar será de $2.639; el segundo tramo será para los sueldos desde $35.621 hasta $52.247 por un monto de $1544. En el tercer tramo las asignaciones familiares serán de $930 en salarios desde $52.247 hasta $60.320, y el último porcentaje será para sueldos desde $60.320 hasta $155.328 por un monto de $476.

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Super miércoles: Gremios se unen en rechazo al veto presidencial

La Marcha Federal Universitaria y por la Salud Pública se realizará hoy frente al Congreso Nacional, con la adhesión de gremios de la CGT y las CTAs, en rechazo a los vetos presidenciales que impactan en la educación pública y la salud infantil. La movilización busca presionar a los legisladores a rechazar el veto presidencial y defender la educación y la salud pública.

La gran moivilización es una respuesta directa al veto del presidente Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario, aprobada recientemente por el Congreso. El veto generó un paro total en las universidades nacionales y acciones coordinadas con trabajadores de la salud, como los del Hospital Garrahan, quienes ven amenazados sus presupuestos y condiciones laborales.

Los gremios universitarios, liderados por el Frente Sindical de Universidades Nacionales, llamaron a un paro nacional de 24 horas y prometen una movilización masiva para presionar a los legisladores a rechazar el veto presidencial. La Confederación General del Trabajo (CGT) y las Centrales de Trabajadores de la Argentina (CTAs) expresaron su adhesión plena a la movilización, sumándose a la concentración frente al Congreso.

En este contexto, la marcha incorpora fuertemente reclamos por la salud pública, con trabajadores del Hospital Garrahan como protagonistas. La Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT) del Garrahan ha unificado su lucha con la comunidad universitaria, declarando que «el Garrahan y la universidad pública son una sola causa». Esta unificación de reclamos generó un frente amplio que incluye sindicatos, movimientos sociales, organizaciones políticas y la comunidad universitaria, con el objetivo de defender la educación y la salud pública ante las políticas de ajuste gubernamental. La jornada de hoy promete ser un punto clave, con expectativa en el debate congresal que podría revertir los vetos de Milei.

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Industria y derechos en alerta: la mirada de la UOM sobre el presente económico

El secretario general de la UOM San Jaun, Martín Solazzo, describió el presente del sector como “uno de los peores momentos de la historia reciente”, con fábricas paralizadas, caída en el empleo y un panorama que remite a los años noventa. Apuntó contra la apertura indiscriminada de importaciones, advirtió sobre un “efecto dominó” en todo el país y ratificó el compromiso sindical con la defensa de la industria nacional, la educación, la salud y los jubilados.

La voz de alerta resuena desde el corazón industrial cuyano. Martín Solazo, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en la provincia de San Juan, advirtió que el sector atraviesa “uno de los peores momentos de la historia reciente”, con un nivel de actividad comparable al registrado durante la pandemia y una pérdida de empleos que, según datos gremiales, supera los 5.000 puestos en todo el país.

En diálogo con Mundo Laboral SJ, el dirigente explicó que las fábricas sanjuaninas están “estancadas” y que la situación se replica en Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y otras provincias con fuerte presencia metalúrgica. “Estamos en estado de alerta permanente. Cada cierre en una planta repercute en toda la cadena y genera un efecto dominó que tarde o temprano nos alcanza”, sostuvo.

La preocupación no es abstracta. En las últimas semanas, el cierre de una planta de motos en Campana dejó a 70 trabajadores en la calle; en el sector siderúrgico ya se contabilizan 350 despidos, y en Santa Fe una empresa metalúrgica bajó sus persianas con 120 empleados cesanteados. “La industria cuando no tiene trabajo no puede sostener el mismo nivel de empleo. Nosotros defendemos la cultura del trabajo, pero sabemos que sin producción no hay manera de mantener las fábricas abiertas”, subrayó Solazo.

El fantasma de los 90 y la importación indiscriminada

El dirigente comparó el escenario actual con los años noventa, cuando la apertura de las importaciones derivó en la reconversión forzada de numerosas industrias nacionales. “Muchos empresarios están dejando de producir para convertirse en importadores. Una fábrica que empleaba a cien trabajadores hoy se limita a importar piezas, ponerles una etiqueta y reducir la plantilla a veinte embolsadores. El resto son familias que quedan sin sustento”, graficó.

Solazo retomó una idea clásica del pensamiento industrialista: “Cuando exportamos materia prima sin procesarla, lo que estamos haciendo es generar empleo en otro país. Argentina tiene recursos y capacidad, pero sin una política de protección y desarrollo lo único que logramos es destruir nuestra propia base productiva”.

En este punto, el titular de la UOM San Juan reclamó un cambio de rumbo: “Antes de abrir de manera indiscriminada la importación, el Gobierno debería haber fortalecido a la industria local, promovido la competitividad y la innovación tecnológica. De lo contrario, el resultado es condenar a la industria nacional y a la mano de obra argentina”.

Más allá de la fábrica: derechos en riesgo

El diagnóstico de la UOM excede la cuestión industrial. Solazzo anunció que el gremio se sumará al “súper miércoles” de movilización convocado por la CGT, junto a organizaciones universitarias, médicas y científicas, en rechazo al veto presidencial a la ley de emergencia pediátrica. “Siempre vamos a estar del lado de la igualdad y la equidad. No queremos un país para unos pocos. No se puede vetar leyes que garantizan salud y futuro a una generación entera”, advirtió.

En la misma línea, defendió a la universidad pública y al Hospital Garrahan, al que calificó como “el mejor de Sudamérica”. “Son conquistas de décadas que no vamos a dejar caer. Cada derecho que costó lucha y sacrificio, lo vamos a defender. Siempre van a contar con la UOM, en San Juan y en todo el país”, enfatizó.

Un discurso presidencial bajo la lupa

Consultado sobre el mensaje que el presidente Javier Milei pronunció esta semana, en el que defendió su plan económico y aseguró que “lo peor del ajuste ya pasó”, Solazzo fue categórico: “Da pena escucharlo. Parece que hablara de otro país. Dice que los salarios están en 1.200 dólares, pero eso no existe en la realidad de los trabajadores. Estamos muy lejos de lo que describe”.

El sindicalista recordó que Milei ya había hecho la misma promesa hace un año. “En agosto pasado aseguró que lo peor había pasado. Hoy estamos peor que entonces. Cada vez que lo escuchamos repetir ese discurso sentimos que es una burla para quienes vivimos la crisis en la base. No hay señales de reactivación ni en la industria ni en el comercio”, afirmó.

Para el dirigente, la distancia entre el relato oficial y la vida cotidiana de los trabajadores erosiona la credibilidad política: “Cuando el presidente insiste en un diagnóstico que no coincide con lo que pasa en las fábricas, lo único que genera es desesperanza”.

La radiografía que traza la UOM San Juan refleja con nitidez el dilema que enfrenta la Argentina: una industria debilitada por la apertura indiscriminada de importaciones, despidos que se multiplican en todo el país y un Estado que no logra articular políticas de protección y desarrollo. A la vez, el sindicalismo se muestra dispuesto a dar la disputa no solo por los puestos de trabajo, sino también por la salud, la educación y los derechos sociales conquistados.

El contraste entre los discursos oficiales y la realidad que describen los trabajadores anticipa que la conflictividad laboral y social seguirá en aumento. El desenlace dependerá de la capacidad política de generar consensos que permitan reactivar la producción sin resignar soberanía ni justicia social.

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Minería y derechos laborales: el gremio jerárquico pide una nueva ley y jubilación anticipada

El titular nacional de ASIJEMIN, Marcelo Mena, participó de un encuentro en el Senado donde reclamó una nueva legislación minera y defendió el proyecto de jubilación anticipada para los trabajadores del sector. Además, criticó el índice de inflación difundido por el INDEC y ratificó la presencia sindical en el “supermiércoles” legislativo.

Los jerárquicos mineros llevaron al Congreso un reclamo que busca abrir una discusión profunda: qué minería quiere la Argentina para el siglo XXI. Mena, sostuvo que la legislación vigente responde a un modelo del siglo XIX y ya no alcanza para los desafíos actuales.

“Tenemos trabajadores formados en el siglo XX y queremos una minería del siglo XXI. Necesitamos una ley moderna, que piense en el federalismo, en la participación de las provincias, en el agregado de valor con refinerías y en la distribución equitativa de la riqueza”, señaló.

En el mismo encuentro, Mena insistió en la necesidad de aprobar un régimen previsional diferenciado para los trabajadores mineros, presentado el año pasado en el Congreso. El proyecto propone que los varones puedan jubilarse a los 55 años y las mujeres a los 50, con los aportes correspondientes de empleadores y empleados.

“Es muy difícil sostener una vida laboral a 4.000 metros de altura con 20 grados bajo cero, o bajo tierra en la Patagonia profunda. La salud se deteriora antes y necesitamos un marco legal que reconozca esas condiciones extremas”, explicó.

Ausencia de San Juan, presencia de otras provincias

El dirigente destacó la participación de legisladores de La Rioja y de diversos representantes provinciales y del sector privado, pero cuestionó la ausencia del Ministerio de Minería de San Juan. “Fue un vacío llamativo en una provincia clave para la actividad”, observó.

Inflación: la brecha entre la estadística y la vida cotidiana

Más allá del debate sobre minería, Mena se refirió a la situación económica y cuestionó los datos oficiales de inflación. “El 1,9% que marcó el INDEC en agosto no refleja la realidad de las familias. Cuando suben el combustible y los servicios, todo se encarece. La gente prioriza la comida y la educación de sus hijos antes que el consumo. Con esos números es imposible discutir paritarias serias”, advirtió.
El referente gremial aseguró que la mesa sindical, de la que ASIJEMIN forma parte, trabaja en un planteo conjunto para reclamar un índice que refleje con mayor fidelidad el costo de vida.

Solidaridad entre gremios y defensa de lo público

Aunque reconoció que el sector minero atraviesa un buen momento con paritarias favorables, Mena subrayó que el movimiento sindical no puede mirar hacia otro lado. “Hay compañeros de otros gremios que sufren despidos, cierres de fábricas y recortes en obra pública. No se trata solo de defender lo propio, sino de ser solidarios”, expresó.

Camino al “supermiércoles”

Finalmente, el dirigente anticipó la participación de la mesa sindical en la jornada legislativa conocida como “supermiércoles”, donde se tratarán leyes vinculadas a la ciencia, la universidad y la salud. “Vamos a estar presentes porque no es una cuestión de desestabilizar, sino de reclamar lo que es justo. Queremos que al país le vaya bien, pero con la verdad y con los trabajadores adentro”, concluyó.

La voz de ASIJEMIN en el Congreso reflejó una doble preocupación: por un lado, modernizar la legislación minera y garantizar condiciones de retiro justas para quienes trabajan en contextos extremos; por otro, defender el poder adquisitivo de los salarios frente a una inflación que, según los sindicatos, se mide con criterios alejados de la realidad. Con la vista puesta en el “supermiércoles” legislativo, el sindicalismo minero ratifica que la discusión sobre el modelo productivo no puede separarse de la justicia social.

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