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El titular del ANSES confirmó que buscarán discutir el tema, que ni el menemismo logró imponer, y despertó todas las alarmas. Qué sucede a nivel regional con esta cuestión. Además, hay debate sobre si las jubilaciones le ganaron a los salarios.

En la Ley Bases que el gobierno logró aprobar en el Congreso, y que fue considerado el primer triunfo legislativo del oficialismo, se establece el fin de la moratoria previsional, dejando sin efecto la norma que le permitió a millones de personas llegar a la jubilación, especialmente mujeres. En su caso, se elimina la posibilidad de acceder al beneficio a los 60 años, sin tener los 30 años de aportes, y se fija la edad necesaria en 65, como los hombres, sin posibilidad de pagar esos años que se adeudan. Esto es considerado un aumento de la edad jubilatoria.

El tema estaba hasta ahora oculto en la agenda de transformaciones de la gestión libertaria, hasta que hace unos días el titular del ANSES destapó la bomba.

“Yo creo que en el marco de una reforma previsional que se debe la Argentina por tener el sistema quebrado y porque la realidad del mundo laboral ha cambiado en todo el mundo, se deben considerar varias variables, entre ellas la edad de jubilación”, precisó Mariano de los Heros, que de esta manera transparentó la idea del gobierno nacional de realizar este cambio, que en muchas ocasiones se deslizó, pero hasta ahora nadie había transparentado.

Este tipo de medidas tiene una enorme resistencia en trabajadores y sus organizaciones, y suelen ser traumáticas, como paso en Francia con la rebelión de los “chalecos amarillos”.

Los dichos del funcionario libertario encendieron las luces de alarma en el sindicalismo y en las entidades de pasivos. De los Heros pidió debatir “la posibilidad de subir la edad jubilatoria”, algo que el Gobierno tiene en agenda desde que asumió, al tiempo que rechazó la idea de que los jubilados fueron quienes más poder adquisitivo perdieron durante los primeros once meses del gobierno de Javier Milei, algo que un informe pone en duda.

En declaraciones radiales, el funcionario aclaró en que no debe “analizarse en forma aislada”, sino dentro de “una modificación global porque los parches que se realizaron durante los últimos años fueron los que a su entender terminaron quebrando el sistema”.

Desde hace varias semanas la gestión libertaria evalúa una reforma previsional que, según trascendió, podría equiparar la edad jubilatoria entre los hombres y las mujeres en 65 años. En el borrador del Gobierno se prevé rediseñar integralmente el sistema, incluso impulsar una privatización del fondo de los aportes, poniéndola norma en línea con la Ley Bases.

También está en agenda una gradual desarticulación de los regímenes especiales que plantean beneficios por sectores, así como una revisión del sistema de pensiones. Se busca, además, la readopción de un modelo de capitalización, como el que existió entre 1993 y 2008, con la Administradora de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), algo que encontrará rechazo en gran parte de la oposición.

Si bien el régimen general hoy es de 60 años para las mujeres y 65 para los hombres, con 30 años de aporte, De los Heros recordó que el punto 9 del Pacto de Mayo firmado por 20 gobernadores prevé “una reforma previsional”. Data Gremial consultó a fuentes cercanas a los gremios, y adelantaron que en general “el tema genera rechazo en los gremios”, aunque no habrá declaraciones formales hasta que haya “algo concreto para discutir”.

La suba de la edad jubilatoria es un viejo anhelo del FMI y parte de sus recetas tradicionales para los ajustes fiscales. En los 90 fue tema de debate, y en varias ocasiones se mencionó como una de las exigencias para un acuerdo con el gobierno libertario.

En la región, donde la influencia del organismo de crédito es muy importante, el tema está siempre en debate. Los países con la edad más alta de jubilación de América Latina -65 años- son, en el caso de los hombres Costa Rica, México, Perú, Argentina, Brasil (con excepciones), Chile, Cuba y Honduras. En el caso de las mujeres son Costa Rica, México y Perú. La edad más baja de jubilación para las mujeres-50 años- está en Bolivia (50). Luego le siguen -con 55 años- El Salvador y Venezuela. La más baja para los hombres -55 años- está en Bolivia. Además, como pasa en el país hay regímenes especiales, como el de docentes. En el caso de Ecuador, con 40 años de contribuciones no hay mínimo de edad de jubilación. Con 30 años la edad mínima es 60, con 15 años es 65 y con 10 años es 70.

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Derrumbe del sector textil: más de 11.000 empleos perdidos y una avalancha de cierres empresariales

Un informe de la Fundación Pro Tejer advierte que entre diciembre de 2023 y junio de 2025 cerraron 380 empresas y se destruyeron 11.500 empleos en el sector textil, indumentaria, calzado y cuero. La caída del consumo interno, la apreciación del peso y la liberalización de importaciones provocaron una contracción histórica en la producción nacional.

El documento detalla que la mayoría de las firmas afectadas son compañías medianas o familiares, muchas de ellas dedicadas a la confección de indumentaria o a la fabricación de calzado, segmentos tradicionalmente intensivos en mano de obra y con fuerte arraigo territorial. La combinación de caída del consumo interno, atraso cambiario y apertura indiscriminada de importaciones provocó un colapso en la cadena de valor textil.

De acuerdo con el informe, la producción de textiles y prendas de vestir se contrajo un 14,5% en relación con el mismo período de 2023. La utilización de la capacidad instalada se encuentra en niveles mínimos históricos, reflejo de un sistema productivo paralizado por la falta de demanda y la competencia externa.

En simultáneo, las importaciones de bienes crecieron un 32% interanual en los primeros ocho meses de 2025, alcanzando un récord absoluto en volumen textil, con precios FOB por kilogramo en su nivel más bajo desde 2015. Esto se explica, en parte, por la llegada masiva de productos asiáticos y el ingreso de 14.000 nuevos importadores, lo que representa un aumento del 38% frente a 2024.

La reducción arancelaria aplicada sobre la cadena textil e indumentaria tuvo un costo fiscal estimado en 120 millones de dólares, según la fundación. Para Pro Tejer, la política de rebajas unilaterales de aranceles sin medidas compensatorias agravó el deterioro de la rentabilidad y la competitividad del sector.

El informe advierte, además, que esta dinámica contribuyó a un mayor déficit externo, evidenciado por un rojo de 6.327 millones de dólares en turismo y una formación de activos externos que ya supera los 14.200 millones de dólares, cifra comparable con los desembolsos del Fondo Monetario Internacional (FMI) durante el mismo período.

En términos de empleo, el estudio señala que el trabajo asalariado privado total cayó un 2% entre diciembre de 2023 y junio de 2025. Solo la industria manufacturera perdió 33.400 puestos, de los cuales más de un tercio corresponden al sector textil, indumentaria, calzado y cuero. La cifra equivale a una contracción del 10% del empleo industrial en ese rubro.

Desde la fundación, remarcan que la crisis actual no solo amenaza a las empresas, sino también a las economías regionales y los talleres familiares, pilares de la producción nacional. En distintas provincias —como Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y La Rioja— ya se registran parques industriales semivacíos y cadenas de valor fragmentadas.

La fotografía que deja el informe de Pro Tejer revela una alerta estructural: sin una política industrial activa, el sector textil argentino podría enfrentar una desintegración irreversible. Las señales de alarma —cierres masivos, pérdida de empleo y desplome de la producción— son el reflejo de una economía que prioriza la apertura sin protección y el equilibrio fiscal por encima de la producción nacional.

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El gobierno insiste con la reforma laboral: claves del plan y el nuevo modelo de contratación que se impone

De regreso de su gira por Estados Unidos, Javier Milei reiteró la necesidad de modificar las reglas laborales para “facilitar la contratación y terminar con la industria del juicio”. En paralelo, las encuestas privadas revelan un mercado de trabajo expectante, con crecimiento en sectores puntuales y la consolidación de nuevas formas de vinculación profesional.

El mercado laboral argentino atraviesa una fase de transición donde conviven señales de recuperación sectorial con un marcado clima de cautela empresarial. La reciente Encuesta de Expectativas de Empleo de ManpowerGroup para el último trimestre de 2025 anticipa una Expectativa Neta de Empleo de +5%, sin cambios respecto al trimestre anterior y con una leve mejora interanual. El relevamiento muestra que un 27% de empleadores planea incrementar sus plantillas, un 24% prevé recortes y un 45% no espera alteraciones significativas.

El panorama es heterogéneo según las regiones: Cuyo encabeza con una proyección de +18%, seguida por Patagonia (+11%), mientras que el Área Metropolitana de Buenos Aires exhibe la previsión más débil (+3%). Por sectores, los mayores impulsos provienen de Tecnología de la Información, Finanzas & Real Estate y Bienes de Consumo, aunque rubros como construcción, turismo y gastronomía continúan fuertemente condicionados por la baja del consumo interno y la reducción de la obra pública.

En este escenario, los especialistas coinciden en que la incertidumbre económica y electoral actúa como freno a las contrataciones masivas, aunque no se anticipa una ola generalizada de despidos. “Las compañías son cuidadosas porque entienden el costo de desprenderse de talento calificado, y al mismo tiempo esperan señales más claras antes de comprometerse a expandir sus equipos”, señala Germán Ruiz, de Randstad.

A la par, comienza a consolidarse un nuevo modelo de empleabilidad. Según PageGroup, el 86% de las empresas aún apuesta a la contratación permanente, pero crece la figura del professional fractional: perfiles de alto seniority que se incorporan de manera temporaria o tercerizada para liderar proyectos estratégicos o cubrir posiciones de transición. En algunos casos, se trata de Gerentes Generales o Advisors que acompañan procesos de cambio cultural y reorganización interna. Estos profesionales pueden percibir remuneraciones que van de 2 a 4 millones de pesos mensuales por cada compañía, además de beneficios adicionales como home office, cobertura médica y programas de bienestar.

Mientras tanto, el Gobierno busca avanzar con una reforma laboral estructural. El oficialismo impulsa medidas incluidas en el DNU 70/2023 y la Ley de Bases 27.742, entre ellas: la extensión del período de prueba hasta seis meses —con variantes según el tamaño de la empresa—, la eliminación de multas adicionales por trabajo no registrado, incentivos para la formalización de empleo, la creación de la figura de “colaboradores” independientes y la modernización de las paritarias, con parámetros regionales y sectoriales.

Para Luis Guastini, de ManpowerGroup, la discusión es ineludible: “El marco normativo vigente responde a una economía del pasado, cuando la estabilidad y el tiempo de permanencia eran centrales. Hoy la empleabilidad es el valor a proteger”. Sin embargo, Ruiz advierte que “una reforma, aunque necesaria, no es por sí sola un motor suficiente para expandir la demanda laboral si no va acompañada de crecimiento económico sostenido”.

La insistencia presidencial en abrir el debate sobre la reforma laboral se combina con un mercado que muestra nichos de dinamismo pero no una expansión generalizada. Entre la prudencia de las empresas, la aparición de nuevas modalidades de contratación y la presión oficial por flexibilizar reglas, el empleo en Argentina se encuentra en un punto de inflexión. El desenlace dependerá tanto de las definiciones legislativas como de la capacidad de la economía para generar un ciclo de inversión que convierta la expectativa en creación real de trabajo.

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El peso de la deuda: Cómo las tarjetas de crédito están efectando a las familias argentinas

La deuda en Argentina alcanza niveles alarmantes, con un gran número de familias recurriendo a las tarjetas de crédito para adquirir bienes básicos como alimentos. Según el último informe del Banco Central de la República Argentina (BCRA), unas 300.000 tarjetas de crédito están inhabilitadas para pasar los posnets debido a los altos niveles de morosidad y deudas.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el 45,7% de las compras en supermercados se pagaron con tarjetas de crédito en junio, lo que equivale a unos 917 millones de pesos. Esto sugiere que muchas familias están recurriendo a las tarjetas de crédito para adquirir bienes básicos debido a la falta de ingresos suficientes.

El Impacto de las Tasas de Interés

Las tasas de interés actuales en el país son extremadamente altas, lo que hace que sea difícil para las familias pagar sus deudas. La Tasa Nominal Anual para los titulares de la tarjeta. que no llegan al saldo total y cancelan el mínimo es del 85%, mientras que los intereses punitorios superan el 100% para aquellos que entran en morosidad.

Según un informe de la consultora EcoGo, el crédito a los hogares representaba el equivalente al 5% del Producto Bruto Interno (PBI) en Argentina, lo que es el doble que un año atrás. Esto sugiere que el endeudamiento masivo es un problema creciente en el país.

La crisis de la deuda tiene consecuencias sociales importantes. Un estudio del Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IESTSE), el 58% de las deudas con tarjeta de crédito ya se destina a la compra de alimentos, lo que significa que muchas familias están luchando para cubrir sus necesidades básicas debido a la deuda.

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