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El empleo formal en la industria de la construcción cayó 2,4% interanual en junio, mes en el que registraron 410.336 puestos de trabajo en esa actividad, unos 7 mil menos que en mayo.


De acuerdo con el informe del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC), el empleo disminuyó en la comparación con mayo de este año: 1,7%. En concreto en junio se registraron 410.336 puestos de trabajo mientras que el mes anterior habían 417.216 puestos de trabajo.

La entidad detalló que el segundo trimestre del año culminó con una media de ocupación de 415.152 puestos de trabajo registrados, nivel que se ubicó 2,1 % por debajo de la marca observada un año atrás.

El plantel medio de las firmas constructoras fue de 14,2 puestos por empresa en junio y, al igual que el total de empleo sectorial, se redujo un 1,7% mensual.

El IERIC detalló además que el peso de las empresas con plantel igual o superior a los 500 trabajadores ha venido creciendo en importancia, alcanzando en junio una participación récord del 12,1% en la estructura de la ocupación sectorial.

A nivel territorial, las dos terceras partes de las jurisdicciones del país exhibieron un volumen de ocupación inferior al de mayo, alcanzando la proporción más elevada desde diciembre pasado.

En ese sentido, la caída de la ocupación sectorial -en junio- estuvo impulsada por las grandes jurisdicciones del país (-1,9% mensual), a la inversa de lo sucedido a lo largo del último año.

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los municipios que conforman el Gran Buenos Aires explican casi la mitad de la reducción de puestos de trabajo registrados (47%) en el mes.

Los únicos distritos que expandieron la cantidad de puestos del sector estuvieron principalmente concentrados en el norte del país y en las provincias de Santa Cruz y Chubut.

Según el informe, la media de las remuneraciones percibidas por los trabajadores registrados en la construcción fue de $40.629 en junio de 2019, importe que incluye el proporcional del medio aguinaldo.

De esta manera, el promedio salarial alcanzó un crecimiento del 47,7% interanual, por debajo del ritmo de incremento observado en mayo.

Ya en julio, se registraron 20.665 empleadores en actividad, apenas un 0,07% por debajo del nivel de un año atrás, concluyó el IERIC.

Fuente: infogremiales

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Menéndez: “No nos oponemos a modernizar, pero no vamos a entregar derechos conquistados”

El secretario general del Sindicato de Estaciones de Servicio de la provincia de San Juan y referente regional de Cuyo, Víctor Menéndez, analizó la renovación de autoridades en la CGT y advirtió sobre las reformas laborales, previsionales e impositivas que impulsa el Gobierno nacional. Afirmó que el movimiento obrero está dispuesto a debatir modernizaciones, pero “sin ceder derechos que costaron décadas de lucha”.

En diálogo con Mundo Laboral SJ, el dirigente Víctor Menéndez expresó su apoyo al nuevo triunvirato de la CGT para el período 2025-2029, integrado por Jorge Sola (Sindicato del Seguro), Cristian Jerónimo (Sindicato del Vidrio) y Octavio Argüello (Camioneros) —quienes fueron elegidos en el congreso de la central obrera el 5 de noviembre.

Menéndez subrayó que esta conducción tripartita representa un equilibrio necesario en un momento complejo y consideró que la unidad sindical será clave: “Más de dos mil congresales participaron del congreso para elegir esta conducción colegiada… en esta época tan difícil, la unidad es clave para defender los derechos de los trabajadores ante los cambios que se avecinan”.

Reforma laboral, previsional e impositiva

El dirigente gremial aseguró que el movimiento obrero “observa con preocupación” los proyectos que el Gobierno nocional impulsa bajo presión de organismos internacionales, como una reforma laboral, una previsional e impositiva.

“Nos preocupa una agenda influenciada por el Fondo Monetario Internacional y la Reserva Federal de Estados Unidos. Las reformas que exigen implican retrocesos muy profundos si no se discuten con responsabilidad y consenso”.

Menéndez aclaró que no se oponen a la modernización del trabajo —“no tenemos miedo a la informática, a la inteligencia artificial, a la robotización” — pero enfatizó: “No vamos a permitir cercenar derechos adquiridos. Esas conquistas costaron lágrimas, sudor y sangre. No las vamos a regalar”.

Rechazó además de plano algunas propuestas de flexibilización: jornada de 12 horas, vacaciones fraccionadas, indemnización en cuotas. “Estas cosas no vamos a permitir que pasen. No estamos dispuestos a negociar la dignidad del trabajador”.

El representante sindical afirmó que la CGT y las organizaciones gremiales están “preparadas para el diálogo, sí, pero también para la lucha, para las movilizaciones, para acudir a la justicia laboral si el Gobierno actúa por decreto o DNU”.

“Si se avanza sin consulta, iremos a la justicia. No se va a entregar ni rifar lo que tanto costó”.

Modernización y convenios colectivos

Además de la resistencia, Menéndez abordó el tema de los convenios colectivos: “Estamos abiertos a actualizar los convenios colectivos de trabajo, a adaptarnos a los tiempos que corren, sí — pero no a que eso signifique perder lo que somos”.

Tal como explicó, cada día el mundo del trabajo cambia: tecnología, formación profesional, nuevas tareas. “Sí queremos actualizarnos, pero sin perder estabilidad, sin precarizar.”
Llamó a que la modernización se haga “desde la mesa de trabajo” y “desde el representante de los trabajadores”, y no vía mandatos que arrasan con derechos.

Gestión gremial y agenda interna

Menéndez también detalló la intensa agenda sindical de fin de año en la región de Cuyo:

Informó sobre una cena-gala que reunió a más de 500 personas para premiar el campeonato de fútbol entre delegados y afiliados en San Juan y Mendoza.

Anunció que el día 17 de noviembre, Día del Empleado de Estaciones de Servicio y Lavadero, inaugurarán once edificios propios en la provincia de San Luis: un salón multiuso, 12 consultorios, oficina gremial, depósito, todo construido sin recurrir a bancos, con financiación del propio sindicato.

“Hemos comprado un terreno de 2.000 metros en el centro de San Luis y construido una obra espectacular para nuestros compañeros”, indicó.
En cuanto al salario, adelantó que el año cerrará con negociación: “El último acuerdo del año finaliza en noviembre y en diciembre arrancamos la nueva paritaria para cubrir diciembre, enero y febrero, de modo que los compañeros puedan afrontar lo que viene”.

EL sindicalista sintetizó: “Estamos juntos con todos los afiliados de Cuyo, con una agenda de entrega, de contacto, de fortalecimiento de nuestra estructura gremial… pero también con la certeza de que se vienen tiempos difíciles”.

El mensaje de Víctor Menéndez resume el espíritu del sindicalismo argentino en un momento de tensiones económicas y sociales: unidad para resistir retrocesos, apertura al diálogo para adaptarse al futuro.

La CGT —y en particular las organizaciones de base como la de estaciones de servicio en Cuyo— vuelve a ocupar un rol central en la disputa por el modelo laboral que se viene. Mientras muchos sectores plantean acelerar reformas, el sindicalismo plantea un freno claro: modernizar sí, pero no a costa de perder lo que se ha ganado.
En definitiva: los trabajadores exigen ser parte del proceso de cambio, no figurantes de una reforma decidida por otros.

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Docentes universitarios llevan adelante un paro nacional de 72 horas en reclamo por salarios y financiamiento

Los gremios nucleados en CONADU y CONADU Histórica resolvieron un nuevo paro nacional de 72 horas, entre el 12 y el 14 de noviembre, en reclamo de la convocatoria a paritarias y del cumplimiento de la Ley de Financiamiento Universitario. El conflicto se agrava ante la falta de respuestas del Gobierno nacional y el deterioro del poder adquisitivo de los docentes. Las federaciones anticipan que, sin avances concretos, peligran las mesas de examen y el inicio de clases del año próximo.

El conflicto entre los docentes universitarios y el Gobierno nacional entró en una fase crítica. Con salarios rezagados, presupuesto desactualizado y una ley de financiamiento incumplida, el malestar del sector se profundiza. Esta semana, las federaciones CONADU y CONADU Histórica resolvieron un paro nacional de 72 horas —los días 12, 13 y 14 de noviembre— como parte de un reclamo que combina demandas salariales, legales e institucionales, en defensa del sistema universitario público.

“Hace más de un año que el Gobierno no convoca a paritarias. Debería haberlo hecho en septiembre del año pasado y seguimos sin respuestas”, expresó Jaime Barcelona, secretario general de ADICUS, en diálogo con Mundo Laboral San Juan.
El dirigente confirmó que la medida se cumple sin asistencia a los lugares de trabajo y que, al mismo tiempo, los gremios impulsarán una consulta popular nacional para definir los próximos pasos del plan de lucha.

“Queremos conocer la posición de los docentes sobre la posibilidad de afectar las mesas de examen de diciembre o no iniciar el ciclo lectivo 2026. El escenario es cada vez más extremo y los salarios, cada vez más insuficientes”, explicó Barcelona.

Salarios en retroceso y financiamiento en suspenso

La raíz del conflicto no es nueva, pero se ha profundizado con el paso de los meses. Los docentes universitarios acumulan una pérdida del poder adquisitivo superior al 35% respecto de la inflación acumulada del último año, mientras los incrementos otorgados por decreto quedaron muy por debajo de los precios.

A ello se suma la falta de actualización del presupuesto universitario, que mantiene a las instituciones funcionando con partidas reconducidas, sin previsión real de gastos frente a los incrementos de energía, insumos y servicios básicos.

La Ley de Financiamiento Universitario, aprobada en 2023, establecía un mecanismo progresivo para garantizar recursos mínimos y previsibilidad a las universidades públicas. Sin embargo, según denuncian las federaciones, su aplicación fue suspendida o ignorada por el actual Ejecutivo, dejando al sistema en una situación de fragilidad económica y operativa.

Barcelona fue categórico: “El Gobierno ha tomado a la universidad como un enemigo político. No hay diálogo ni voluntad de cumplir la ley. Y mientras tanto, el salario docente sigue por debajo de la línea de pobreza”.

Un sistema en alerta y un horizonte incierto

La presión se traslada también al interior de las universidades. Muchos rectores manifestaron preocupación por la sostenibilidad de la actividad académica y la continuidad del calendario lectivo. En varias casas de estudio ya se evalúan ajustes en programas de extensión, reducción de horas cátedra y suspensión de actividades presenciales por falta de recursos para cubrir gastos operativos.

En ese marco, la consulta nacional que impulsan los gremios busca definir la intensidad del conflicto en la última etapa del año. La posibilidad de no tomar mesas de examen en diciembre o de no iniciar el ciclo lectivo 2026 figura entre las opciones que los docentes deberán considerar.
“Estamos ante una situación límite. Si no hay respuestas, la continuidad del sistema universitario público está en riesgo”, insistió el titular de Adicus.

Ausencia de respuestas y desgaste institucional

Las federaciones docentes también criticaron la falta de avances en el plano judicial. “La Justicia no ha dado curso a las medidas cautelares presentadas para exigir al Estado el cumplimiento de la ley. Esa inacción judicial, sumada a la indiferencia política, deja al movimiento sindical sin herramientas institucionales para resolver el conflicto”, explicó Barcelona.

Mientras tanto, el Ministerio de Educación mantiene silencio público y no ha convocado a ninguna mesa de diálogo formal. La situación, advierten los gremios, podría derivar en una paralización prolongada del sistema universitario, con consecuencias directas sobre el cierre del año académico y el inicio del próximo ciclo.

El paro de 72 horas que se inició el 12 de noviembre trasciende la coyuntura salarial. Representa, para los gremios, un punto de inflexión en la defensa de la universidad pública argentina, que enfrenta una combinación inédita de desfinanciamiento, pérdida de poder adquisitivo y desinterés gubernamental.

El conflicto pone de relieve un debate más profundo: cuál será el lugar de la educación superior en el modelo de país que se está configurando.

Si no se convoca a paritarias ni se cumple con la Ley de Financiamiento Universitario, el riesgo no solo es la suspensión de clases, sino la erosión sostenida de uno de los pilares históricos del desarrollo y la movilidad social en la Argentina.

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El gremio Aeronavegantes advierte riesgos para la seguridad aérea por el Decreto 378/2025

La Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) declaró el estado de alerta tras conocerse la decisión de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) de dar por finalizada la suspensión de los artículos del Decreto 378/2025, una medida adoptada —según el sindicato— de manera unilateral y sin el debido proceso de consulta técnica con los especialistas y trabajadores del sector.

En un comunicado oficial, el gremio manifestó su profunda preocupación por las implicancias que esta decisión podría tener sobre la seguridad aerocomercial, uno de los pilares del sistema aeronáutico nacional.

“Como organización sindical que representa a los tripulantes de cabina de todo el país, advertimos que decisiones de esta naturaleza, adoptadas sin el debido análisis técnico ni consulta con los especialistas y trabajadores del sector, pueden tener consecuencias directas sobre la seguridad operacional”, expresó el sindicato conducido por Juan Pablo Brey.

Desde Aeronavegantes remarcaron que la falta de diálogo institucional y el carácter intempestivo de la medida generan un escenario de incertidumbre en una actividad donde la seguridad y la previsibilidad son esenciales. En ese sentido, subrayaron que la resolución “rompe un equilibrio alcanzado a lo largo de años de trabajo conjunto entre las autoridades aeronáuticas, las compañías y los gremios, en pos de un sistema seguro y profesionalizado”.

Frente a este panorama, la entidad sindical anunció que se mantiene “en estado de alerta” y “evaluando los pasos a seguir, incluyendo las vías administrativas y judiciales correspondientes”, en caso de que las modificaciones introducidas afecten directamente las condiciones laborales de sus representados.

Aun así, Aeronavegantes aclaró que el Convenio Colectivo de Trabajo que mantienen con Aerolíneas Argentinas contempla disposiciones que mitigan parcialmente los efectos del decreto, aunque advirtieron que su preocupación se extiende a “otros colectivos laborales del sector que sí resultan directamente impactados por estas medidas”.

“Expresamos nuestra solidaridad con los trabajadores afectados y nuestro firme rechazo a cualquier intento de desregulación que ponga en riesgo la seguridad, la previsibilidad y las condiciones dignas de trabajo en la aviación nacional”, subrayaron.

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