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En la mañana de hoy se llevó adelante la primera reunión de paritarias docente, de la misma participaron los principales gremios del sector.

De acuerdo a lo establecido días atrás en la jornada de este jueves 17 de febrero, a las 10 de la mañana, se realizó el primer encuentro entre: autoridades del ministerio de educación de la provincia, la ministra hacienda Marisa Lopez y los representantes de los gremios: UDA,UDAP; y AMET.


Durante la reunión se trató el como tema principal una mejora en los salarios de los trabajadores, aunque no se mencionó porcentajes o algún monto específico.


Antes de finalizar el cónclave autoridades gubernamentales y gremios acordaron volverse a ver las caras el martes 22 de febrero de 2022, donde el gobierno pondrá sobre la mesa su propuesta.

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Aumento del gas en San Juan: el metro cúbico se fijó en $2.943 y se reducen los subsidios

La distribuidora Gas Cuyana informó que el valor base del metro cúbico de gas natural se fijó en $2.943. La medida responde a la recomposición tarifaria dispuesta por el Gobierno nacional, que apunta a reducir los subsidios y trasladar gradualmente los costos a los usuarios finales. Los hogares sin beneficios de segmentación serán los más afectados por el incremento.

El nuevo cuadro tarifario del gas natural ya comenzó a regir en la provincia de San Juan, y los usuarios recibirán sus próximas facturas con un aumento significativo. De acuerdo con lo informado por Gas Cuyana S.A., empresa que presta el servicio en Mendoza, San Juan y San Luis, el valor base del metro cúbico se estableció en $2.943, en el marco del esquema de actualización nacional dispuesto por la Secretaría de Energía.

No obstante, el impacto se hará sentir con fuerza en los hogares de mayores ingresos y en aquellos usuarios no alcanzados por el régimen de subsidios, quienes deberán afrontar la tarifa plena. En cambio, los beneficiarios de la segmentación tarifaria continuarán recibiendo una bonificación parcial, aunque esta podría ajustarse en los próximos meses conforme avance el proceso de revisión de costos.

De esta manera, las facturas comenzarán a reflejar los nuevos valores desde el próximo período de facturación, con variaciones según la categoría del usuario y el nivel de consumo estacional. El aumento se suma al alza acumulada de otros servicios públicos, en un contexto de inflación sostenida y pérdida del poder adquisitivo, que complica el presupuesto familiar y la capacidad de pago de los hogares.

Diversas entidades de defensa del consumidor advirtieron que la suba podría tener efectos directos sobre el costo de vida y sobre el consumo energético, particularmente en regiones donde el gas natural es indispensable para calefacción y cocción. También alertaron sobre el riesgo de una mayor morosidad en las facturas y pidieron una revisión de los criterios de segmentación para evitar que usuarios de ingresos medios queden desprotegidos.

El nuevo valor del gas en San Juan se inscribe en un proceso de ajuste estructural del sistema energético, que busca equilibrar las cuentas públicas pero a la vez traslada una carga creciente sobre los consumidores. Mientras el Gobierno sostiene que la actualización es necesaria para “garantizar la sostenibilidad del servicio”, los usuarios enfrentan una realidad distinta: la energía, cada vez más cara, se convierte en un bien difícil de sostener en los presupuestos familiares.

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Una dirigente de peso en la CGT advierte sobre el riesgo de legalizar jornadas de 13 horas

Durante el Encuentro de Mujeres Sindicalistas de la CGT, realizado en San Juan, la secretaria adjunta de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación, Maia Volcovinsky, calificó como “inhumana” la propuesta de extender la jornada laboral a trece horas y cuestionó la orientación de la reforma laboral que el Gobierno busca instalar. La dirigente, mencionada como posible integrante del próximo triunvirato cegetista, advirtió que las políticas oficiales “reeditan las recetas fracasadas de los años noventa”.

El debate sobre la futura conducción de la Confederación General del Trabajo (CGT) coincidió esta semana con una nueva controversia en torno a la reforma laboral. En ese marco, Maia Volcovinsky, una de las mujeres con mayor proyección dentro del movimiento obrero, expresó su rechazo a la propuesta de ciertos sectores empresariales que promueven la extensión de la jornada laboral hasta las trece horas diarias.

“La idea de ampliar la jornada es inhumana. No solo se trata de una regresión normativa, sino de una negación de los avances sociales y tecnológicos que deberían servir para mejorar la calidad de vida, no para degradarla”, sostuvo la dirigente durante el Encuentro de Mujeres Sindicalistas, celebrado días atrás en la sede de la CGT provincial.

Para Volcovinsky, los anuncios vinculados a la reforma laboral “son un compendio de las peores ideas que circularon en los últimos treinta años”. Su reflexión apuntó a que, mientras la tecnología amplía las posibilidades de organización productiva, las políticas laborales que impulsa el oficialismo “pretenden retrotraer las condiciones de trabajo a un esquema casi preindustrial”.

“El mundo involuciona mientras la técnica avanza. En lugar de distribuir el trabajo y reducir las cargas horarias, se busca extenderlas, apropiándose del tiempo vital de las personas. El banco de horas que promueven implicaría la completa disposición de la vida del trabajador. Todo lo que están pensando va en contra de los derechos laborales y de la dignidad humana”, remarcó.

“Un revival del Decreto 70”

En declaraciones radiales posteriores, Volcovinsky profundizó su análisis y comparó los lineamientos oficiales con los intentos flexibilizadores del pasado reciente. “Es un revival del Decreto 70 y de los proyectos frustrados de los noventa. Nunca pudieron demostrar que estas reformas generen empleo. Al contrario, cada vez que se aplicaron, la formalidad cayó abruptamente”, explicó.

Según la sindicalista, la relación entre flexibilización y empleo no solo es inexistente, sino inversa: “Cuando se desprotege al trabajador en un contexto de recesión o estancamiento, lo que sigue es el cierre de pymes y la pérdida de puestos registrados”.

Volcovinsky argumentó que “la recuperación del empleo formal depende de un cambio de orientación económica, de políticas de estímulo productivo y de fortalecimiento del mercado interno”, y advirtió que “el Gobierno no tiene nada de eso en agenda, solo busca reducir derechos”.

Recordó además que “tras un año y medio de la Ley Bases, se eliminaron las multas por trabajo informal con el pretexto de promover la registración, pero hoy tenemos el nivel de informalidad más alto en diecisiete años”.

Mujeres y conducción sindical

Consultada sobre la posibilidad de que una mujer integre el próximo triunvirato de la CGT, Volcovinsky sostuvo que la central obrera “necesita reflejar la transformación que las trabajadoras ya expresan en cada sector”.

“La mejor representación sería un triunvirato que exprese la renovación y el cambio cultural que pretendemos imprimirle a la estructura sindical. En ese marco se discute la presencia de una mujer, pero aún no hay nombres definidos”, puntualizó.

El encuentro en San Juan, que reunió a dirigentas de todo el país, abordó temas de fondo: la reforma laboral, la defensa de los derechos conquistados y la necesidad de fortalecer la voz femenina dentro de la conducción sindical. Para las participantes, la inclusión de mujeres en la cúpula cegetista no es solo una cuestión de representación, sino una condición necesaria para actualizar la mirada de la central en un contexto de cambios políticos y económicos acelerados.

Las declaraciones de Maia Volcovinsky resumen el dilema que atraviesa el sindicalismo argentino: entre la presión reformista del Gobierno y la búsqueda de una renovación interna que incorpore nuevas perspectivas, especialmente la femenina. Su advertencia sobre la extensión de la jornada laboral condensa una postura que combina rigor técnico, memoria histórica y convicción política.

Mientras el oficialismo insiste en avanzar con su programa de desregulación, el movimiento obrero —y en particular sus dirigentas emergentes— vuelve a instalar una pregunta de fondo: ¿hacia qué modelo de trabajo quiere avanzar la Argentina del siglo XXI?

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Tercer Encuentro de Mujeres en San juan: “Queremos compañeras en los máximos cargos de conducción”

Durante el 3° Encuentro de Mujeres Trabajadoras realizado en la CGT San Juan, referentes nacionales como Marina Jaureguiberry, Maia Volcovinsky y Paula Martínez reclamaron mayor representación femenina en los espacios de conducción sindical. El pedido llega en vísperas de la renovación de autoridades de la central obrera y expone una deuda estructural del movimiento obrero con la igualdad de género.

El sindicalismo argentino atraviesa una etapa de redefinición interna. A pocos días de que la Confederación General del Trabajo (CGT) elija una nueva conducción, un grupo de dirigentas nacionales levantó la voz para plantear un reclamo que ya no puede ser postergado: la participación efectiva de las mujeres en la estructura de poder del movimiento obrero.

El 3° Encuentro de Mujeres, reunió a decenas de delegadas sindicales de distintos puntos del país. La jornada estuvo encabezada por tres figuras de peso: Marina Jaureguiberry, del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP); Maia Volcovinsky, de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN); y Paula Martínez, de la UOCRA. Todas coincidieron en un punto: la CGT necesita una conducción que refleje la diversidad del mundo laboral actual, donde las mujeres ya no son minoría, pero siguen sin ocupar los principales puestos de decisión.

“Tenemos muchas secretarias generales en todo el país, pero están invisibilizadas. Queremos compañeras en los máximos cargos de conducción y con poder real para decidir”, sostuvo Jaureguiberry, en una frase que sintetizó la demanda colectiva. El planteo va más allá de la representación simbólica: se trata de acceder al núcleo donde se definen las políticas, las estrategias gremiales y las alianzas de poder.

Durante la jornada se discutieron las brechas laborales y sindicales que persisten a pesar de los avances en la agenda de género. Las oradoras destacaron la necesidad de incorporar una mirada transversal sobre las desigualdades, no solo en la distribución de cargos, sino también en las condiciones de trabajo, los salarios y el reconocimiento de las tareas de cuidado. Recordaron que, durante la pandemia, las mujeres sostuvieron sectores esenciales —salud, educación, asistencia comunitaria— sin recibir un reconocimiento proporcional.

En uno de los pasajes más destacados del encuentro, Paula Martínez, representante de UOCRA Mujeres, abordó la transformación de sectores históricamente masculinizados. “La construcción sigue siendo un espacio dominado por varones, pero las mujeres siempre estuvieron ahí, solo que nadie las veía. Hoy empezamos a ocupar lugares y a organizarnos para cambiar esa cultura desde adentro”, afirmó. Su reflexión marcó un punto clave: la inclusión no se decreta, se conquista en el terreno y se consolida con formación, presencia y persistencia.

Por su parte, Maia Volcovinsky apeló a una idea de sindicalismo renovado: “La participación no se impone desde un estrado; se construye desde la confianza y la horizontalidad. Si queremos debatir el país que viene, necesitamos que las mujeres estén en esa mesa”. Su mirada aportó una lectura política de fondo: sin una reforma cultural dentro del movimiento obrero, no habrá paridad genuina, y las conquistas formales seguirán siendo parciales.

El reclamo no se da en el vacío. Llega en un contexto en el que la CGT se prepara para elegir nuevas autoridades el 5 de noviembre, tras la decisión de los actuales secretarios generales —Héctor Daer, Carlos Acuña y Octavio Argüello— de no buscar la reelección. Ese recambio abre una oportunidad inédita para revisar la composición de la conducción y dar lugar a una dirigencia más representativa del nuevo mapa laboral argentino.

La cuestión de género en el sindicalismo no es solo un tema de justicia interna: es también un desafío estratégico. El rol de las mujeres trabajadoras en la economía, en el sector público y privado, en la industria y los servicios, creció de manera sostenida en las últimas décadas. Sin embargo, las estructuras gremiales continúan respondiendo a una lógica vertical y masculina, heredera de un tiempo donde la representación obrera era casi exclusivamente masculina.

El debate abierto en San Juan excede los límites del sindicalismo: interpela a toda la estructura de poder del país. Las mujeres de la CGT no reclaman un gesto simbólico, sino un cambio cultural que democratice la toma de decisiones y refleje la pluralidad del movimiento obrero.

A medida que la central sindical se encamina hacia una nueva etapa, el reclamo por la igualdad de género deja de ser una demanda sectorial y se convierte en un test de modernidad institucional.

El futuro de la CGT —y del sindicalismo argentino— dependerá, en gran parte, de su capacidad para incorporar esa diversidad sin perder cohesión ni fuerza política.
En definitiva, el desafío no es solo abrir espacios, sino redefinir el poder desde una perspectiva más justa, inclusiva y representativa.

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