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La noticia del día es el despido de unos 250 empleados en la obra social de jubilados, PAMI. La medida generó una gran preocupación entre los trabajadores y los afiliados del organismo, ya que se teme que esto afectará negativamente la calidad de los servicios prestados.

Entre los despedidos se encuentran médicos, administrativos, psicólogos, trabajadores sociales y personal de recepción. Todos ellos fueron contratados después del año 2020 y eran trabajadores de planta permanente. Además, muchos de los afectados son afiliados a sindicatos como UPCN, Sutepa, UTI y ATE.

El impacto de estas cesantías es significativo, ya que perjudica a sectores críticos del organismo, como el servicio de atención telefónica «PAMI Escucha y Responde», que funciona las 24 horas del día. Ya se contabilizan al menos 15 despidos en este sector.

Los trabajadores denuncian que el gobierno tiene como objetivo una fuerte disminución de recursos en el organismo durante este año, lo que podría agravar la situación de los jubilados y pensionados que dependen del sistema. Además, señalan que el organismo ha sufrido un proceso de desarticulación y recortes en programas esenciales para las personas mayores desde la llegada de Javier Milei a la presidencia y la asunción de Esteban Leguízamo como director ejecutivo del PAMI.

Entre las medidas ya implementadas se encuentran la reducción en la entrega de medicamentos gratuitos al 100% y ajustes en otros servicios clave. Los trabajadores advierten que esta ola de despidos profundizará aún más el impacto en los afiliados del PAMI, al reducir la capacidad operativa del organismo.

En resumen, la situación en PAMI es crítica, y los despidos masivos solo empeorarán la calidad de los servicios prestados a los jubilados y pensionados.

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Los trabajadores y becarios del CONICET convocaron a un paro de 48 horas

La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) del CONICET convocó a un paro nacional de 48 horas para este miércoles 6 y jueves 7 de agosto en reclamo por el desfinanciamiento del organismo y en defensa de la ciencia nacional.

La medida de fuerza busca denunciar la crítica coyuntura que atraviesa el CONICET, caracterizado por una drástica reducción presupuestaria, remuneraciones por debajo del umbral de pobreza y la merma de numerosos puestos laborales. La protesta se llevará a cabo en las distintas sedes del país y tendrá su epicentro frente al Polo Científico-Tecnológico en el barrio porteño de Palermo.

Los trabajadores y becarios del CONICET solicitan la divulgación de los resultados de la convocatoria 2023 para la Carrera de Investigador (CIC) y personal de apoyo (CPA), cuyos resultados permanecen inéditos, afectando a miles de becarios que aguardan por su continuidad. También exigen la publicación de la convocatoria 2024 y la incorporación de los cargos pendientes de años anteriores.

Desde ATE-CONICET denuncian que las remuneraciones perdieron más del 40% de capacidad adquisitiva, dejando a muchos profesionales bajo la línea de pobreza. El gremio indicó que, desde la asunción del gobierno de Javier Milei, el CONICET perdió 1.091 puestos laborales. En el contexto del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNCTI), la disminución fue del 5,4% solo en el primer semestre de 2025.

Resulta paradójico que, mientras el gobierno reduce la financiación del organismo, el CONICET sigue demostrando su relevancia social. Recientemente, una expedición científica en las costas de Mar del Plata atrajo a más de 80.000 espectadores simultáneos en una transmisión en vivo, evidenciando el interés de la sociedad por la ciencia pública.

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El Gobierno homologó la paritaria de la UOM después de dos meses de tensiones

La Secretaría de Trabajo del Ministerio de Capital Humano dispuso la homologación del acuerdo paritario firmado el 4 de junio por la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y las principales cámaras empresarias del sector, después de un proceso repleto de dilaciones políticas y tensiones con los actores del sector.

La homologación del acuerdo paritario se produjo mediante la disposición oficial correspondiente al expediente EX-2025-60415901, la cual fue emitida por la Secretaría de Trabajo. Este pacto, que había sido objeto de resistencia durante semanas por sectores internos del Gobierno y del empresariado, incluye un incremento salarial del 7,6% para el período abril-agosto, desglosado en cinco etapas consecutivas, junto con 5 sumas fijas no remunerativas de $30.000 para abril y $25.000 en los meses siguientes.

El secretario general de la UOM, Abel Furlán manifestó que la paritaria se desarrolla en medio de un proceso acelerado de «desindustrialización», vía apertura de importaciones y cierre de pequeñas y medianas empresas. El titular de la UOM alertó que en el primer semestre se incrementaron un 60% las importaciones de metales provenientes de China, lo que contribuye al ingreso masivo de «productos terminados» y acelera el cierre de pymes.

Además, el sindicalista cuestionó la política de precios y el tipo de cambio, proponiendo una corrección de precios relativos antes que una nueva devaluación. También reclamó la intervención estatal en los precios de los insumos industriales, que tienen un «impacto significativo» sobre la cadena productiva.

Por último, el dirigente sindical advirtió sobre la falta de agenda nacional frente a los cambios que impone la inteligencia artificial. «Del 100% de los puestos de trabajo que está generando la inteligencia artificial, el 46% se lo está quedando China», aseguró, y lamentó que «la Argentina no tiene estrategia para eso», en un contexto global donde la competencia por el trabajo calificado se vuelve cada vez más intensa.

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Paritarias en peligro: El 1% mensual y un techo que asfixia a los trabajadores

Los gremios argentinos cierran paritarias al ritmo del 1% mensual, sumando bonos y sumas no remunerativas para sostener el salario en un contexto de inflación creciente.

La escena sindical argentina se encuentra en un momento crítico, donde los gremios están siendo forzados a aceptar una pauta salarial del 1% mensual, impuesta por el Gobierno nacional. Esta medida, que se ha convertido en un techo para los aumentos salariales, ha generado una ola de protestas y reclamos por parte de los trabajadores, quienes ven cómo su poder adquisitivo se desvanece ante la inflación descontrolada.

En julio, la mayoría de los gremios terminó de adaptarse a esta pauta salarial, pero muchos sindicatos acordaron sumas no remunerativas por única vez, bonos especiales y revisiones periódicas para evitar una pérdida mayor del poder adquisitivo.

La medida responde a que el Ejecutivo no homologa acuerdos que superen ese 1%, aunque la inflación de junio fue del 1,6%, según el INDEC. 

Uno de los casos más visibles fue el del empleo público nacional. El Gobierno ofreció un incremento escalonado del 7,5% hasta noviembre, con una suba mensual de apenas entre 1,1% y 1,3%, pero con sumas fijas de $25.000 hasta agosto y $20.000 desde septiembre. UPCN aceptó la propuesta, pero ATE la rechazó. «No alcanza para cubrir ni la mitad de la inflación», denunció el gremio estatal.

En Comercio, la FAECyS selló un aumento del 6% semestral (1% por mes hasta diciembre) y una asignación mensual de $40.000 no remunerativa que en enero de 2026 pasará al básico.

Los gastronómicos de UTHGRA acordaron escalas que elevarán el básico a $819.527 en junio, más una suma no remunerativa de $24.342.

Las trabajadoras de casas particulares lograron su primer aumento desde febrero: un 3,5% sobre los sueldos de enero más un 1% adicional mensual y una suma extra, según la carga horaria.

La UOCRA y UECARA también se ajustaron al 1,1% mensual, pero con bonos que van de $40.000 a $48.000, dependiendo del rol. El acuerdo fue homologado por el Gobierno.

El transporte público también cerró nuevos números: los colectiveros del AMBA cobrarán en agosto $1.600.000 en promedio, mientras que los ferroviarios pactaron aumentos del 4,1% y 5,7%, más un bono por el Día del Ferroviario.

En sanidad, FATSA cobró un 1,5% en julio más un bono de $60.000, y cerró un nuevo aumento del 5,98% en farmacéutica. Los farmacéuticos sindicalizados en SAFyB, por su parte, pasaron a tener salarios iniciales de $2.775.000 en julio y $2.850.000 en agosto, más adicionales.

Los bancarios mantuvieron el acuerdo atado al IPC y percibirán un 1,6% de suba con salarios iniciales que rozan los $1.873.000.

La UOM y los metalúrgicos acordaron aumentos del 1% mensual más $25.000 en julio y agosto, con revisión en septiembre. SMATA cerró un aumento trimestral del 6%, más un plus de eficiencia.

En alimentación, la FTIA cerró subas del 1% entre mayo y julio, más un bono de $85.000 en tres cuotas, mientras que para la rama avícola se acordó un 3,5% adicional desde julio.

Los aceiteros de San Lorenzo todavía deben cobrar un 20% en julio, mientras que los desmotadores de algodón percibirán una mejora del 21% con nuevos salarios base de $1.309.770.

En el sector seguro, los aumentos van del 10,38% (capitalización y ahorro) al 13,67% (seguros generales y ART) entre junio y octubre. Cada rama definió escalonamientos específicos.

En telecomunicaciones, los gremios lograron una mejora del 3,15% en julio y un bono extraordinario del 1,28%. También el plástico cerró subas del 1% mensual, con bono de $45.000 en agosto.

En seguridad privada, UPSRA acordó subas del 1% en julio, 0,9% en agosto y 0,8% en septiembre, mientras que en televisión, SATSAID cerró un aumento del 10% para el trimestre julio-septiembre, y un 39,4% para las señales estatales.

Los trabajadores rurales verán mejoras del 3,9% en julio y 3,7% en agosto. En comida rápida, los aumentos serán del 1% mensual más bonos similares que luego pasarán al salario básico.

Los trabajadores de estaciones de servicio, químicos, mineros, perfumistas, marítimos, empleados de entidades deportivas, del caucho, del plástico y de la construcción también adaptaron sus acuerdos al límite oficial, pero sumaron bonos para amortiguar la caída del poder adquisitivo.

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