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La Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC), conducida por Hugo Moyano, ultimó el acuerdo salarial con las cámaras empresarias del transporte de cargas, a través del cual los trabajadores del sector percibirán un bono de $240.000 pesos. Esta suma será abonada en tramos iguales hasta mayo de 2024.

Según el entendimiento al que llegaron los representantes sindicales con los dirigentes de la Federación Argentina de Entidades de Transporte y Logística (FAETyL), la suma extraordinaria no remunerativa se pagará en cuatro cuotas de $60.000 durante los meses de febrero, marzo, abril y mayo del año que viene.

Cabe destacar que el bono deberá ser depositado en la cuenta sueldo a todos los trabajadores encuadrados en el CCT 40/89 y que también se acordó la prórroga de la obligación de pago a cargo de los empleadores de la contribución solidaria extraordinaria y de carácter excepcional a las obras sociales, con el objetivo de garantizar las prestaciones.

Dicha contribución solidaria extraordinaria y de carácter excepcional, estará a cargo del empleador y consistirá en el pago mensual de la suma de $6000 por cada uno de los trabajadores durante noviembre y diciembre de 2023, y de $7000 en enero y febrero de 2024, por lo que deberán ser depositados dentro de los primeros 10 días del mes siguiente.

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La nueva CGT inicia contactos con gobernadores para bloquear la reforma laboral

A pocas horas de asumir, la nueva conducción de la CGT activó su primer plan político: tejer alianzas con los gobernadores para impedir que la reforma laboral del gobierno avance en el Congreso. Gerardo Martínez, de la UOCRA, se consolida como figura de equilibrio y principal referente del ala negociadora.

La flamante conducción de la Confederación General del Trabajo (CGT) no tardó en dar señales de acción. Su primer movimiento fue netamente político: abrir una ronda de contactos con gobernadores provinciales para frenar la reforma laboral que el oficialismo pretende aprobar. El planteo se enmarca en una estrategia de contención institucional ante lo que los gremios califican como una iniciativa “anti sindical”, destinada a desarticular el sistema de negociación colectiva vigente.

La propuesta surgió del secretario general de la UOCRA, Gerardo Martínez, quien emergió del congreso cegetista como el dirigente con mayor influencia dentro del nuevo esquema de poder. Su rol resultó determinante para garantizar la lista única y para instalar un clima de moderación que evitó fracturas mayores en la central obrera.

El plan de acción inicial contempla una ronda de reuniones con mandatarios provinciales, en especial con aquellos que podrían actuar como contrapeso dentro del Congreso. Si bien el gobernador tucumano Osvaldo Jaldo se mostró proclive a “modernizar las leyes laborales”, la CGT ya habría obtenido el apoyo de Martín Llaryora, de Córdoba, para sostener una posición común de rechazo a los cambios estructurales. Otros gobernadores peronistas y aliados podrían sumarse a esa línea de resistencia moderada.

El objetivo político de la central obrera es claro: presionar para que los bloques provinciales no acompañen reformas que erosionen el modelo sindical argentino, en especial las iniciativas que priorizan convenios por empresa o debilitan la negociación colectiva por rama.

Sin embargo, la desconfianza persiste. Las declaraciones del ministro Federico Sturzenegger, quien en un foro internacional propuso “desarticular” la estructura sindical tradicional, reavivaron las alertas dentro de la CGT. La salida de Guillermo Francos del gabinete —considerado un interlocutor confiable por los gremios— y la falta de ascenso del asesor Santiago Caputo, vinculado a sectores gremiales dialoguistas, profundizaron la sensación de incertidumbre.

Un equilibrio inestable

Con una conducción que se presenta más moderada y pragmática, la CGT inicia una etapa de equilibrio político entre el diálogo institucional y la preservación del poder sindical. La estrategia es mantener canales abiertos con el Gobierno sin resignar capacidad de presión, en un contexto económico que tensiona salarios, convenios y estructuras laborales.

En ese marco, el flamante triunvirato integrado por Octavio Argüello (Camioneros), Cristian Jerónimo (Vidrio) y Jorge Sola (Seguros) mostró una postura de firmeza con vocación negociadora. En sus discursos de asunción, los tres coincidieron en el rechazo a cualquier intento de reforma que debilite los derechos de los trabajadores, aunque destacaron la importancia del diálogo institucional.

El mensaje más destacado fue el de Sola, quien sintetizó la línea política que busca imprimir la nueva conducción:

“El poder político es quien la ciudadanía ha elegido para que estén en mejores condiciones los propios ciudadanos. Nosotros estamos ahí para ayudar. Estamos para incorporarnos a la discusión que sea necesaria, con acuerdos, con diálogos, con tensión y con conflicto. Rechazamos el enfrentamiento y creemos en la tensión constructiva”.

Esa definición marcó el tono de la etapa que comienza: una CGT dispuesta a negociar, pero con límites claros ante cualquier intento de desarticulación sindical.

Las internas y el rol de Martínez

El congreso cegetista que consagró al nuevo triunvirato evitó mayores rupturas gracias al trabajo de contención de Gerardo Martínez y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias). Ambos articularon un acuerdo que permitió una lista única aprobada por 1.604 congresales, aunque 547 delegados se retiraron antes de la votación, en señal de descontento con el reparto de poder.

Martínez logró ubicar en el triunvirato a Cristian Jerónimo, uno de sus aliados más cercanos, a pesar de las resistencias iniciales de los sectores conocidos como “los gordos” y del barrionuevismo. En contrapartida, dirigentes como Juan Pablo Brey (Aeronavegantes) y Omar Plaini (Canillitas) quedaron fuera de la cúpula principal, reflejando el predominio de un bloque moderado y la marginalización del kirchnerismo sindical.

El resultado fue una CGT ordenada hacia el centro, con una impronta negociadora que busca preservar la institucionalidad gremial sin romper los canales con el poder político.

El “plan de gobernadores” representa mucho más que un primer gesto: es la puesta en marcha de una estrategia política de defensa del modelo sindical argentino, en tiempos en que el gobierno busca reformar las bases del sistema laboral. La nueva CGT, encabezada por dirigentes de perfil dialoguista, intentará sostener el equilibrio entre la cooperación institucional y la firmeza doctrinaria.

En ese tablero, Gerardo Martínez aparece como el verdadero articulador de una etapa donde la política, más que la confrontación, será el principal terreno de disputa del movimiento obrero argentino.

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La FEDUN lanza un relevamiento para trazar el mapa laboral de las universidades nacionales

La Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN) puso en marcha una amplia encuesta nacional destinada a conocer en profundidad las condiciones laborales, experiencias y percepciones de sus afiliados en las universidades públicas del país. El objetivo, señalan desde la conducción, es fortalecer las políticas de representación y diseñar acciones concretas que mejoren la calidad de vida del sector docente en un contexto de alta tensión económica y educativa.

Un diagnóstico participativo

La FEDUN, una de las organizaciones gremiales más representativas del sistema universitario argentino, lanzó un relevamiento integral que apunta a construir una radiografía actualizada sobre la situación docente.

En un comunicado difundido en su sitio oficial, el gremio explicó que la información recolectada “nos permitirá fortalecer las políticas de representación, diseñar acciones concretas que mejoren la calidad de vida de nuestros afiliados y promover un gremio más participativo, inclusivo y cercano a su gente”.

El planteo no es menor. En un contexto marcado por la pérdida de poder adquisitivo, la reducción presupuestaria y el incremento de la precarización laboral en distintos sectores del Estado, el sindicato busca apoyarse en datos verificables para orientar futuras estrategias gremiales y políticas públicas. “Cada voz es importante”, subraya el comunicado, insistiendo en la necesidad de un diagnóstico que refleje “con fidelidad la situación del sector y oriente las decisiones futuras”.

Qué releva el cuestionario

La encuesta —de participación voluntaria y confidencial— recopila información diversa sobre las condiciones de trabajo, formación, salud y contexto sociolaboral de los afiliados.
Entre los datos solicitados se encuentran el gremio de base, género, rango etario, antigüedad docente y lugar de residencia. También se indaga si el encuestado ha ocupado cargos de gestión, si realizó capacitaciones durante el último año o si atravesó situaciones de violencia o discriminación en su ámbito laboral, ya sea de tipo psicológica, simbólica, física o institucional.

Uno de los apartados más sensibles del formulario apunta a conocer el impacto de las condiciones laborales sobre la salud psicofísica de los trabajadores universitarios y si debieron tomar licencias médicas en el último año. También se consulta sobre la existencia de protocolos de intervención ante hechos de violencia institucional o acoso, un aspecto clave en el debate contemporáneo sobre ambientes laborales seguros en la educación superior.

El cuestionario, además, incorpora un capítulo sobre contexto económico y político, donde se invita a reflexionar sobre los cambios percibidos en las condiciones de trabajo: hacinamiento áulico, reducción de dedicación docente, ausencia de concursos, incremento de tareas sin aumento de horas o recortes derivados de modificaciones en los planes de estudio.

Entre la crisis económica y la vida universitaria

El relevamiento no se limita a los aspectos laborales. También explora el costado humano y social de la docencia universitaria en tiempos de crisis: desde el impacto del estrés hasta las estrategias personales para afrontar la inflación, la sobrecarga de tareas o la pérdida de ingresos.
Las opciones de respuesta van desde la reducción de gastos y el cambio de hábitos de consumo hasta la búsqueda de ingresos extra, la migración temporal o el apoyo de familiares y programas sociales.

Este enfoque integral, que abarca tanto la vida profesional como la personal de los docentes, busca ofrecer un panorama más completo del desgaste acumulado en un sector clave del sistema científico y educativo argentino.

El desafío de transformar el diagnóstico en acción

La encuesta impulsada por la FEDUN trasciende el mero relevamiento estadístico. Representa un intento de construir una voz colectiva capaz de traducirse en políticas gremiales más efectivas, en un momento en que la educación superior enfrenta presiones presupuestarias, salariales y simbólicas.

Convertir esos datos en acción será, quizás, el desafío central: que la escucha se transforme en representación real y que el diagnóstico impulse cambios concretos en las universidades nacionales.
En palabras del propio gremio, “cada voz cuenta” —y en ese contar, puede comenzar a delinearse la próxima etapa de la defensa universitaria argentina.

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Los bancarios cobrarán un plus extraordinario y el sueldo inicial trepará a más de $3,6 millones

El gremio que encabeza Sergio Palazzo confirmó el pago de un bono extraordinario superior a los $1.700.000 para los trabajadores bancarios, en el marco de la celebración de su día este 6 de noviembre. Además, se acordó reabrir las paritarias en la segunda quincena del mes para actualizar salarios ante la inflación.

La Asociación Bancaria (AB) confirmó que los empleados del sector recibirán un súper bono de más de 1.700.000 pesos, que se abonará junto con los haberes de octubre y se imputará en concepto del Día del Bancario, celebrado este jueves 6 de noviembre. El acuerdo, firmado el 17 de octubre, se enmarca en la negociación paritaria continua que el gremio mantiene con las cámaras empresarias del sector.

Con este adicional, el sueldo inicial conformado para un trabajador bancario superará los 3.600.000 pesos, marcando un nuevo hito en la recomposición de ingresos dentro del sistema financiero. La medida fue resultado de una negociación que involucró al Banco Nación, la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República Argentina (ABAPPRA), la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) y la Asociación de la Banca Especializada (ABE).

En el mismo entendimiento, las partes acordaron reabrir la paritaria en la segunda quincena de noviembre, en línea con el esquema de revisión mensual que el gremio viene aplicando para resguardar el poder adquisitivo frente al avance de los precios.

Desde La Bancaria destacaron que el reconocimiento económico tiene un valor simbólico y político, al coincidir con una fecha que resume un siglo de conquistas laborales.

“Esta fecha es el símbolo de una lucha colectiva que durante un siglo ha conquistado innumerables derechos que mejoraron la calidad de vida de cada trabajador y trabajadora”, expresaron desde el gremio en un comunicado oficial.

Asimismo, la entidad gremial subrayó avances recientes, como la incorporación de trabajadores de call centers bajo convenio bancario, los protocolos contra la violencia de género, el pago universal de guardería y la participación en las ganancias del sistema financiero (ROE), entre otros beneficios.

El Día del Bancario se celebra en conmemoración a la fundación de la Asociación Bancaria, el 6 de noviembre de 1924. Desde entonces, el artículo 50 del convenio colectivo estipula que la jornada sea considerada feriado nacional para todos los trabajadores del sector financiero.

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