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La ministra de Trabajo «Kelly» Olmos brindó detalles sobre el pago de la suma fija anunciada por Sergio Massa para los trabajadores registrados.

La ministra de Trabajo, Raquel «Kelly» Olmos, detalló que las dos cuotas de 30 mil pesos de refuerzo salarial anunciado por su par de Economía, Sergio Massa, serán cobradas por los trabajadores en los primeros días de septiembre y octubre.

«Deben ser abonadas con los salarios devengados de agosto y septiembre: es decir que van a ser abonados en septiembre y octubre», sostuvo la funcionaria nacional.

Y agregó que en el DNU se establecerá que la primera de esas cuotas deberá «abonarse dentro de los primeros 15 días hábiles del mes» de septiembre, ya que algunas empresas ya avanzaron con el proceso de liquidación de sueldos.

En tanto, la segunda cuota deberá pagarse junto con el salario de septiembre, a ser percibido los primeros días de octubre.

En conferencia de prensa, la integrante del Gabinete precisó que los 60 mil pesos de incremento anunciados por Massa se trata de «una suma fija no remunerativa y es absorbible por la negociación paritaria».

«La negociación paritaria es una negociación libre. Es una de las instituciones más virtuosas que tenemos en nuestro sistema democrático. Siempre hay una confrontación de intereses hasta que se alcanza un acuerdo», remarcó Olmos.

Además, justificó la medida adoptada por el ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria: «Lo que estamos haciendo con esta suma a pagar en dos veces es que ese salto que va a dar el índice de precio por la devaluación, en el caso de trabajadores de menos ingresos, no lo tengan que absorber, sino que tengan el auxilio de un ingreso adicional para compensar ese salto que se va a dar».

«La suma fija favorece a los salarios que están más deprimidos», añadió.

La titular de la cartera laboral también explicó que desde que se dio el «salto inflacionario» por la sequía, a comienzos de este año, se «facilitó un mecanismo de negociación paritaria por períodos más breves», lejos de la tradición de acuerdos anuales.

«En la actualidad, gran parte de las paritarias se están homologando por períodos que no exceden los tres meses. El proceso de actualización es muy dinámico», indicó.

Al ser consultada sobre si en el DNU se establecerán sanciones para las empresas que no cumplan con el pago de la suma fija, Olmos remarcó que los sindicatos tendrán que «garantizar que en cada uno de los lugares de trabajo se cumpla«, aunque aclaró que también está la «capacidad de fiscalización del Estado, a partir de la denuncia, que incluso puede ser anónima por parte del trabajador».

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Se derrumba el empleo formal: más de 169.000 asalariados perdieron su trabajo bajo el gobierno de Milei

Desde diciembre de 2023, el empleo formal cayó en 169.300 puestos, según datos oficiales de la Secretaría de Trabajo. La contracción se concentra en el sector privado, que encadena siete meses de baja. Solo el trabajo independiente muestra un leve crecimiento.

En julio —último mes con datos oficiales disponibles— el empleo asalariado retrocedió un 0,1% mensual, con una caída de 8.700 puestos en el sector privado, que hoy emplea a 6.216.500 personas. Mientras tanto, el sector público se mantuvo sin variaciones, y el trabajo en casas particulares creció apenas un 0,1%, alcanzando 442.900 empleos.

Comparado con noviembre de 2023, último mes de la administración de Alberto Fernández, la contracción del trabajo formal es notoria: el sector privado redujo su plantilla de 6.385.800 a 6.216.500 trabajadores, mientras que el empleo público bajó de 3.484.300 a 3.407.000.

El panorama no mejora en los meses posteriores. De acuerdo con la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), el empleo privado registrado volvió a caer en agosto un 0,3%, lo que confirma siete meses consecutivos de retroceso en los principales aglomerados urbanos del país.

En paralelo, el trabajo independiente creció un 0,4% en julio, con 11.700 nuevos registros. Sin embargo, los especialistas advierten que este aumento no refleja una mejora genuina, sino una migración forzada hacia el autoempleo o el monotributo, ante la falta de alternativas en el mercado formal.

En los primeros siete meses del año, el empleo asalariado privado solo registró crecimiento en febrero y abril (0,2%), mientras que cayó en enero, marzo, junio y julio, y permaneció sin cambios en mayo.

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San Juan se planta ante Nación por la Zona Fría: una declaración simbólica pero políticamente potente

Con una amplia mayoría, la Cámara de Diputados de San Juan aprobó una declaración de rechazo a la eliminación del beneficio de Zona Fría en las tarifas de gas. Aunque la medida no tiene efecto vinculante sobre Nación, marca una posición política fuerte frente al proyecto de Presupuesto 2026, que busca derogar la ampliación del régimen.

Durante una sesión especial celebrada este miércoles 15 de octubre, la Legislatura de San Juan protagonizó una de las pocas escenas de unidad política en tiempos de polarización. Con 34 votos afirmativos y uno en contra, correspondiente al único legislador libertario, el cuerpo aprobó una Declaración de rechazo ante la posibilidad de que el Gobierno nacional elimine los beneficios tarifarios de Zona Fría, contemplados en la Ley N.º 27.637.

El pronunciamiento no tiene efectos legales sobre el Ejecutivo nacional ni implica una directriz hacia el Congreso, pero funciona como un gesto institucional contundente. La Cámara de Diputados provincial busca dejar constancia de la preocupación local por la eventual quita de un beneficio que alcanza a más de 120.000 usuarios sanjuaninos, que pagan entre 30 y 50% menos en su factura de gas gracias al esquema vigente.

La posición adoptada en la provincia llega en un momento clave: el proyecto de Presupuesto 2026 enviado por el Gobierno de Javier Milei incluye un artículo que deroga la ampliación de la Zona Fría, incorporada en 2021 durante la gestión de Alberto Fernández. Si ese artículo prosperara, el beneficio se limitaría nuevamente a la Patagonia, La Puna y Malargüe, dejando afuera a provincias como San Juan, Mendoza, La Pampa, Tucumán y parte de Buenos Aires.

La Unión de Usuarios y Consumidores, a través de su titular Claudio Boada, advirtió que la eliminación de la ampliación carece de sustento económico, ya que el subsidio no depende del Tesoro nacional, sino de un aporte solidario de 6,8% que pagan todos los usuarios del país. “No afecta al déficit cero, que es el principal argumento del Gobierno. Lo financian los propios consumidores”, remarcó Boada, en alusión al plan de ajuste fiscal que sostiene la administración libertaria.

Las organizaciones de consumidores y distintos intendentes de las regiones afectadas advirtieron que la medida duplicaría las tarifas y restringiría el poder adquisitivo de comunidades enteras, generando un efecto regresivo en economías locales como las de Azul, Olavarría o Jáchal.

En San Juan, el rechazo legislativo implica ahora un mandato político a los diputados nacionales de los bloques Producción y Trabajo y Unión por la Patria, quienes deberán trasladar la postura provincial a la Cámara baja del Congreso. Allí se espera que la discusión se concentre en las comisiones de Presupuesto y Energía, donde los sectores opositores intentarán eliminar el artículo que deroga la ampliación.

Un reclamo simbólico que tensiona la relación Nación–Provincia

Aunque la declaración de la Legislatura no tiene efectos normativos, su peso político es evidente. Representa una posición unificada de casi todo el arco sanjuanino frente a una medida percibida como injusta y centralista. También anticipa una pulseada entre las provincias cordilleranas y el Gobierno nacional, en un contexto de fuertes ajustes sobre subsidios y transferencias.

De fondo, lo que está en discusión no es solo una tarifa, sino el modelo de federalismo fiscal que Milei pretende imponer. San Juan, al igual que otras jurisdicciones afectadas, defiende la idea de que el costo energético debe contemplar las condiciones climáticas y socioeconómicas de cada región.

En ese sentido, la sesión legislativa de este miércoles 15 de octubre fue más que un gesto administrativo: fue una señal política hacia Buenos Aires, una advertencia de que el ajuste no puede avanzar a costa del interior productivo.

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Una familia tipo necesita ganar $1.176.852 millones para no ser pobre

Según el INDEC, en septiembre una familia tipo necesitó $1.176.852 para no ser considerada pobre, mientras el ingreso promedio fue de $919.560. El Gobierno celebra la mejora del salario real, pero la brecha entre el poder adquisitivo y el costo de vida continúa ampliándose. Alquileres, alimentos y energía impulsan los precios, en un contexto de caída del consumo.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que la canasta básica total —que determina el umbral de pobreza— alcanzó en septiembre los $1.176.852, lo que representa un incremento del 1,4 % respecto de agosto. En tanto, la canasta básica alimentaria, que define el límite de la indigencia, se ubicó en $527.736.

Aunque el organismo reportó una inflación general del 2,1 %, la desaceleración en los precios no se tradujo en un alivio perceptible para los hogares. Los aumentos del dólar, los alquileres y la energía siguen presionando el costo de vida, mientras que el ingreso promedio de la población ocupada se mantiene en $919.560, es decir, un 22 % por debajo del umbral de pobreza.

El contraste se acentúa al observar los parámetros de clase media. Según el mismo informe, un hogar debe contar con $1.997.000 mensuales para ser considerado dentro de ese estrato, una diferencia de más de $800.000 respecto de la canasta básica total. En otras palabras, gran parte de la población trabajadora se encuentra atrapada en una franja intermedia: con empleo formal, pero sin capacidad de acceder al estándar de consumo de la clase media.

La situación se agrava en los sectores más vulnerables. Los comercios reportan una caída sostenida del consumo, las changas disminuyen y las jubilaciones —que promedian menos del 40 % del costo de la canasta básica total— pierden poder de compra mes a mes.

La aparente desaceleración inflacionaria no se traduce en bienestar: el descenso de precios está más asociado a una contracción del consumo que a una estabilidad estructural. Mientras el Gobierno destaca la recuperación del salario real en el empleo formal, la mayoría de los hogares continúa sin poder cubrir los gastos básicos. El país mantiene así una paradoja persistente: una inflación más baja, pero una pobreza más alta.

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