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El aeropuerto funciona con normalidad; reclaman por una urgente solución por la salida de la línea aérea

Un grupo de trabajadores que fueron despedidos de la compañía aérea LATAM realiza un piquete en la Autopista Ricchieri, a 300 metros del ingreso al Aeropuerto Internacional de Ezeiza. La protesta impide que los pasajeros entren y salgan de la terminal aérea en automóviles y transportes públicos. Por ese motivo, los que tienen pasajes para despegar esta mañana deciden bajar de los vehículos y caminar por la autopista con sus equipajes. También genera severas complicaciones para los automovilistas que utilizan la autopista pero cuyos recorridos tienen otros destinos finales distintos al aeropuerto. Muchos de ellos realizan giros en “U” y se cruzan de mano para buscar caminos alternativos.

La medida había sido anticipada a través de un comunicado de prensa que plantea: “Mientras se abre el turismo y se reactiva la industria, las familias de Latam siguen en la calle; no queremos una Navidad con las familias en la calle”.

Martín, uno de los delegados que lidera la convocatoria, aseguró que hasta ahora no fueron recibidos por directivos de la compañía ni por representantes del gobierno nacional. Participan también del piquete trabajadores de Securitas y GPS, empresas tercerizadas de Latam.

“Estamos acompañando a los trabajadores porque no se le da respuesta a su reclamo. Hace meses que están reclamando contra los despidos, estamos en vísperas de Navidad y las familias están con la angustia de quedarse en la calle”, aseguró la legisladora porteña Alejandrina Barry, quien participa de la protesta.

El sector aeronáutico fue uno de los más golpeados por la crisis económica originada por la pandemia de coronavirus. Los vuelos estuvieron suspendidos y Argentina fue uno de los últimos países en habilitar el tránsito aéreo. Aún hoy, son muy pocas las operaciones diarias que se realizan en comparación con la antigua normalidad.

Por los efectos de las cuarentenas en todo el mundo y por condiciones económicas propias de la Argentina, Latam anunció el cierre de su filial local. La low cost Norwegian también se fue del país. Y hubo varias compañías que decidieron alterar o modificar rutas que incluían destinos de la Argentina. 

“La empresa quiere hacer un achicamiento de personal pese a que nosotros trabajamos durante la pandemia. La empresa SASA, que pertenece a Securitas, en este caso tercerizada de Latam, quiere disminuir el personal. Entonces aprovecha el escenario de la pandemia para barrernos a todos. Esa es la verdad”, indicó Javier, empleado de Securitas que participa del piquete.

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Conflicto sindical en ascenso: Marchas, paros y la resistencia al ajuste

Las próximas dos semanas se perfilan como un período de alta conflictividad social en Argentina, con una serie de protestas sindicales que ponen en jaque la estabilidad del gobierno de Javier Milei. Desde la conmemoración del 24 de marzo hasta el tercer paro general, la Confederación General del Trabajo (CGT) y otros sectores gremiales intensifican su presión contra las políticas económicas y laborales del Ejecutivo.

El 24 de marzo, en el marco del Día de la Memoria, la CGT se movilizó con una fuerte presencia de su dirigencia. Si bien esta fecha tiene un significado histórico vinculado a los derechos humanos, la protesta adquirió un tinte marcadamente político y sindical. Desde ese punto de partida, la central obrera estructuró un cronograma de manifestaciones que culminará con un nuevo paro general el 10 de abril.

El detonante inmediato de esta escalada de protestas fue la represión ejercida contra jubilados y manifestantes en las últimas semanas, además del intento gubernamental de imponer límites a las negociaciones paritarias. El descontento sindical se profundizó ante la negativa del gobierno de habilitar “paritarias libres”, un reclamo central de los sindicatos en un contexto de alta inflación y deterioro del poder adquisitivo.

En este escenario, la CGT busca fortalecer su base territorial mediante un plenario de regionales, liderado por Abel Furlán, secretario del Interior. La intención es que la protesta tenga un alcance federal y sume el respaldo de las distintas seccionales del país. En paralelo, las dos fracciones de la CTA y los movimientos sociales nucleados en la UTEP confirmaron su adhesión a la movilización del 9 de abril y al paro general del 10.

El gobierno minimiza la protesta, pero la tensión crece

Desde el oficialismo, la estrategia apunta a restar relevancia a la movilización sindical. Mientras la CGT eleva el tono contra las políticas libertarias, el gobierno busca desactivar la protesta con llamados al diálogo. Guillermo Francos, jefe de Gabinete, será el encargado de convocar a dirigentes gremiales para intentar descomprimir la situación. Sin embargo, los sindicatos se mantienen firmes en su postura y rechazan cualquier tipo de acuerdo que implique restricciones a la negociación salarial.

La protesta no se limita al ámbito sindical tradicional. El sector de la salud también se encuentra en estado de alerta debido a los recortes en el Ministerio de Salud, que dejaron sin empleo a más de 1.400 trabajadores. En respuesta, la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan anunció un “abrazo simbólico” a la institución, denunciando la crisis que atraviesa el principal centro pediátrico del país.

Norma Lezana, secretaria general de la APyT, advirtió que el ajuste está provocando una alarmante fuga de profesionales, lo que pone en riesgo la calidad de la atención. Este conflicto, sumado a la precarización laboral denunciada por los trabajadores de la salud, podría derivar en nuevas medidas de fuerza a lo largo del año.

En este clima de confrontación, el desenlace del conflicto dependerá de la capacidad del Ejecutivo para negociar sin imponer condiciones intransigentes y de la solidez del movimiento sindical para sostener su ofensiva. Lo que está en juego no es solo la estabilidad de la administración Milei, sino también el rumbo de la política laboral y económica en un contexto de crisis profunda.

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UOM logra homologación de paritaria y confirma nuevas escalas salariales

La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) confirmó las nuevas escalas salariales para los trabajadores de la metalmecánica, tras lograr la homologación del acuerdo salarial de enero pasado. El gremio publicó la homologación y los cuadros salariales para los metalúrgicos, que están en plena vigencia.

Según el acuerdo, las empresas deberán afrontar un aumento del 12,3% por el período noviembre-marzo en los sueldos de los trabajadores comprendidos en Rama 17 y otras del sector metalmecánico. Las subas serán escalonadas y tendrán carácter retroactivo y acumulativo.

A continuación, se detallan las nuevas escalas salariales:

  • Noviembre: 5,5% sobre salarios al 31/10/24. Valor hora ingresante: $3.196,52.
  • Diciembre: 2% sobre salarios al 30/11/24. Valor hora ingresante: $3.260,45.
  • Enero: 1,8% sobre salarios al 31/12/24. Valor hora ingresante: $3.319,14.
  • Febrero: 1,5% sobre salarios al 31/1/25. Valor hora ingresante: $3.368,93.
  • Marzo: 1% sobre salarios al 28/2/25. Valor hora ingresante: $3.402,61.

Además, se establecieron los siguientes Ingresos Mínimos Globales de Referencia (IMGR):

  • Noviembre: $767.854.
  • Diciembre: $783.211.
  • Enero: $797.309.
  • Febrero: $809.268.
  • Marzo: $817.361.

La UOM informó que estas escalas salariales rigen para el personal jornalizado y que las empresas deberán aplicarlas de manera retroactiva.

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Daer confirmó el paro del 10 de abril y denuncia presión gubernamental contra paritarias libres

El secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Héctor Daer, ratificó la realización de un paro general el próximo 10 de abril, en rechazo a las políticas económicas del Gobierno de Javier Milei. Daer denunció que el Ejecutivo está presionando a los empresarios para evitar paritarias libres y acuerdos homologados, lo que lleva a una situación de «salarios pisados».

«Te quieren llevar a una discusión de precios libres y salarios pisados», cuestionó Daer, y agregó que «hay actividades que pueden pagar mejores salarios y no lo hacen porque el Estado no quiere». El líder sindical también denunció que, desde el último trimestre de 2024, no se discuten salarios libremente debido a decisiones gubernamentales.

La CGT convocó a este paro nacional en rechazo a las políticas económicas del Gobierno de Javier Milei, siendo la tercera huelga general durante su gestión. Entre los principales reclamos se encuentran la exigencia de paritarias libres y acuerdos homologados, aumento a los jubilados, actualización del bono de 70.000 pesos y volver a discutir las asignaciones familiares.

La situación social se torna cada vez más tensa, con críticas al discurso de Milei en el Foro de Davos y la preocupación por la caída de las jubilaciones y el aumento de suspensiones en el sector industrial debido a la apertura de importaciones. «Se dio vuelta la macroeconomía, el país está carísimo en dólares. El problema no es el salario, el problema es acomodar los precios», concluyó Daer.

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