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Entre presiones políticas y reclamos sectoriales, la reforma laboral se debatirá recién en febrero

Aunque el oficialismo logró dictamen en comisión, decidió postergar el tratamiento en el recinto del Senado para una segunda etapa de las sesiones extraordinarias. La decisión abre un período de negociaciones clave con bloques aliados y provinciales, en un contexto de fuertes cuestionamientos políticos y sociales.
El Gobierno nacional resolvió postergar el debate en sesión de la Reforma Laboral en el Senado hasta febrero de 2026, pese a haber alcanzado el dictamen mayoritario en comisiones. La iniciativa será tratada en una segunda etapa de las sesiones extraordinarias, luego de una extensa jornada de exposiciones informativas y negociaciones parlamentarias que se extendieron durante varias horas.
La decisión fue anunciada en pleno plenario de las comisiones de Trabajo y de Presupuesto, donde se avanzaba para acelerar la firma del dictamen. Allí, la titular de la Comisión de Trabajo, Patricia Bullrich, explicó que el oficialismo optó por firmar un dictamen “abierto a modificaciones” y trasladar el debate al 10 de febrero, atendiendo a pedidos de distintos sectores políticos y sociales.
“Este ha sido el pedido de muchos sectores, para poder trabajar esta ley en profundidad y no discutirla el 26 de diciembre”, sostuvo Bullrich, quien además indicó que esa fecha quedará reservada para la votación del Presupuesto 2026, recientemente aprobado en la Cámara de Diputados tras una sesión maratónica.
La postergación fue acordada en una reunión clave realizada en el bloque de senadores de la Unión Cívica Radical (UCR), donde se consensuó avanzar con la firma del dictamen —con algunos cambios preliminares— y utilizar enero y los primeros días de febrero para pulir el texto definitivo de la reforma.
La decisión del Gobierno refleja un delicado equilibrio entre la necesidad de mostrar avances legislativos y la presión creciente de sectores políticos, sindicales y empresariales que reclaman mayor tiempo de debate. Si bien el dictamen garantiza un primer respaldo formal, su carácter “abierto” evidencia que el texto aún está lejos de contar con un consenso sólido.
Desde la oposición, el senador Mariano Recalde (Fuerza Patria) valoró la postergación del debate, aunque cuestionó con dureza el contenido del dictamen. “Es bueno que no se cierre de manera express y que se escuche, pero el dictamen no recoge ninguna observación ni planteo, ni siquiera los que ustedes consideraron aceptables”, advirtió.
El oficialismo, por su parte, deberá atravesar un complejo proceso de negociación durante el receso estival. La jefa de la bancada de La Libertad Avanza buscará garantizar la mayoría definitiva mediante acuerdos con la UCR, el PRO y diversos bloques provinciales, entre ellos los de Misiones, Salta, Tucumán, Santa Cruz, Chubut, Neuquén y Cambio Federal.
Este escenario confirma que la reforma laboral se ha convertido en uno de los proyectos más sensibles del paquete legislativo del Gobierno, no solo por su impacto en el mundo del trabajo, sino también por su peso simbólico dentro del programa económico y político del oficialismo.