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Con apoyo opositor, el Gobierno superó el primer escollo del Presupuesto y ordenó el debate en Diputados

La Libertad Avanza consiguió quórum con el respaldo del PRO, la UCR y aliados provinciales, evitó una discusión artículo por artículo y avanzó en la primera gran prueba legislativa del Presupuesto 2026, en una sesión maratónica que pone a prueba el equilibrio de fuerzas en la Cámara baja.
La sesión comenzó minutos antes del límite reglamentario, luego de que La Libertad Avanza alcanzara el quórum necesario con el acompañamiento del PRO, sectores de la Unión Cívica Radical y legisladores cercanos a gobernadores aliados. Con ese respaldo, el Gobierno dio inicio al tratamiento del proyecto que busca convertirse en la primera ley de presupuesto aprobada durante la gestión de Javier Milei, en una jornada que se anticipa extensa y cargada de definiciones políticas.
Superado el desafío inicial de sentar a los diputados necesarios, el oficialismo despejó la principal incógnita del arranque y avanzó con una estrategia clara: exhibir capacidad de articulación, sostener el eje de su programa económico y evitar un debate fragmentado que pudiera desgastar la sesión o abrir flancos de negociación indeseados.
El clima político ya se había insinuado horas antes, durante la reunión de Labor Parlamentaria. Allí quedó en evidencia un nuevo mapa de fuerzas: los libertarios llegaron confiados, mientras que los bloques opositores, incluidos los sectores dialoguistas, optaron por una actitud prudente. En los pasillos se repetía una consigna que sintetizaba la cautela del momento: “Vamos a ver cómo se dan las cosas”.
Ese cambio de escenario fortaleció al oficialismo, que ya no discutió la posibilidad de quedarse sin quórum, sino el margen de votos con el que podía avanzar en la aprobación de su agenda legislativa. En la previa de la sesión, en los despachos libertarios se hablaba de un piso cercano a los 135 votos, suficiente no solo para darle media sanción al Presupuesto 2026, sino también para acompañar otros dos proyectos considerados estratégicos: el de Inocencia Fiscal y el de Compromiso Nacional para la Estabilidad Fiscal y Monetaria.
La alianza circunstancial con sectores opositores moderados volvió a confirmar una dinámica que se repite desde el inicio del actual gobierno: acuerdos puntuales, construidos sobre intereses fiscales y compromisos con las provincias, más que sobre coincidencias ideológicas profundas. En ese equilibrio se apoya el oficialismo para sostener su hoja de ruta en el Congreso.
El primer tramo del debate dejó una señal política nítida: La Libertad Avanza logró ordenar el recinto y mostrar capacidad de conducción en una discusión clave para el rumbo económico del país. Evitar la votación artículo por artículo no fue solo una decisión técnica, sino un movimiento estratégico para preservar el control del debate y blindar su programa fiscal. De cara a las próximas horas, el desafío del Gobierno será sostener esa mayoría hasta el final de una sesión que no solo definirá números, sino también el verdadero alcance de su poder legislativo.