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Luz y Fuerza advierte deterioro crítico en la red eléctrica y exige personal idóneo

La secretaria general de Luz y Fuerza de San Juan, Lilia Martín, advirtió en diálogo con Mundo Laboral SJ que la estructura operativa de Naturgy San Juan “está reducida a la mitad” y que la empresa “ha tercerizado funciones esenciales con personal sin la capacitación adecuada”, lo que —según los datos oficiales que presentó ante el EPRE— explica el aumento de interrupciones, errores de facturación, reclamos sin respuesta y accidentes graves.
En plena Revisión Tarifaria Ordinaria 2026–2031, el Sindicato de Luz y Fuerza de San Juan llevó al Ente Provincial Regulador de la Electricidad (EPRE) una presentación técnica y política con un diagnóstico severo sobre el estado del servicio. La exposición, respaldada por estadísticas oficiales de la propia distribuidora, delineó un deterioro progresivo que, según la secretaria general Lilia Martín, se profundizó a partir de la reestructuración empresarial de los últimos años.
“Los sanjuaninos venimos observando un deterioro de la calidad del servicio y la información técnica lo confirma”, sostuvo Martín en la entrevista con Mundo Laboral, subrayando que los cortes ya se producen “sin viento y sin eventos climáticos” y que el crecimiento de reclamos y sanciones es “vertiginoso”.
El eje central del planteo gremial —y uno de los puntos más conflictivos con la empresa— es la reducción del personal propio idóneo y la tercerización masiva de tareas que, por normativa, deberían ser ejecutadas exclusivamente por trabajadores electrificadores formados bajo el Convenio de Luz y Fuerza.
Una estructura operativa recortada: de 220 empleados necesarios a menos de 120 en actividad
La referente sindical explicó que, según los estándares históricos del servicio y las referencias sectoriales, la distribuidora no debería operar con menos de 220 trabajadores propios entre técnicos, administrativos y personal de operación. Sin embargo, hoy la empresa no alcanza las 120 personas, cifra que incluye únicamente personal directo, dejando numerosas áreas “en manos de contratistas”.
Esa brecha no solo recarga al personal existente sino que, en palabras de la dirigente, “convierte al jefe de turno —habilitado por CAMMESA para operar el sistema— en un mero supervisor, porque prácticamente todas las maniobras en baja, media y alta tensión están ejecutadas por empresas externas”.
La pérdida de cuadros experimentados también impacta en la atención al usuario. “Un gran consumidor debe ser atendido por personal que conozca de memoria el régimen de suministro. Hoy eso casi no ocurre”, advirtió.
Tercerización en puestos críticos: un riesgo operativo y humano
Uno de los puntos más sensibles señalados por el sindicato es la incorporación de trabajadores contratados bajo convenios no eléctricos, especialmente UOCRA, para tareas que requieren certificaciones específicas y experiencia acumulada.
“El trabajador eléctrico necesita meses de formación para subirse a una escalera y tocar una línea. Esto no se aprende en un día”, sostuvo Martín.
La falta de idoneidad —suma— explica el aumento de incidentes y accidentes graves, como el ocurrido en avenida Rioja y Libertador, donde una falla en una cámara subterránea dejó a un operario hospitalizado en terapia intensiva.
Para el gremio, estos episodios no solo comprometen la integridad de los trabajadores sino también la seguridad pública: “Ese fogonazo podría haber alcanzado a cualquier peatón”.
Datos oficiales que preocupan: más cortes, más reclamos, más sanciones
La presentación gremial ante el EPRE se basó únicamente en información oficial, incluida en los anuarios, informes técnicos y reclamos validados por el ente regulador.
De ese análisis surgieron tendencias claras:
Aumento sostenido de los tiempos de interrupción y mayor cantidad de cortes no programados.
Incremento de artefactos dañados, con fuertes discrepancias entre lo que reconoce la empresa y lo que finalmente valida el EPRE.
Reclamos comerciales en alza, principalmente por errores de facturación desde la reestructuración de 2023.
Demoras prolongadas en nuevas conexiones, con casos que exceden los 200 días hábiles.
Crecimiento importante de sanciones aplicadas a la distribuidora entre 2021 y 2024.
Pero el dato más preocupante para los especialistas es el ratio Clientes/Personal: Naturgy San Juan opera hoy con cifras que, según Martín, “duplican los promedios de la Asociación de Distribuidoras Eléctricas del país”. Ese desequilibrio, afirma, “es incompatible con un servicio confiable”.
El pedido al EPRE: fijar una dotación mínima y frenar el modelo regresivo
El gremio exige que la Revisión Tarifaria establezca una dotación mínima obligatoria de personal propio, y que el EPRE limite estrictamente la tercerización a tareas no esenciales.
Martín sostiene que la ley es clara: “La empresa debe contar con personal propio idóneo, certificado y en cantidad suficiente para garantizar la continuidad y la calidad del servicio”.
Además, alertó que el “modelo de empresa” presentado por Naturgy para el próximo quinquenio “es aún más regresivo”, porque profundiza la estructura mínima basada en contratistas.
“Si no se corrige la dotación, el sistema va a seguir deteriorándose. Esto ya no es una discusión gremial: es un problema de calidad de servicio y de seguridad pública”, concluyó.
El planteo de Luz y Fuerza llega en un momento clave: la revisión tarifaria que definirá la estructura de costos y funciones para los próximos cinco años.
Mientras los indicadores técnicos muestran un deterioro palpable, el debate sobre quién opera, quién decide y con qué capacidad se ejecutan las tareas esenciales se vuelve central para el futuro energético de la provincia.
El EPRE deberá resolver si convalida el modelo actual o si adopta el reclamo sindical de recomponer la dotación mínima y recuperar la operación directa como columna vertebral del servicio. En cualquiera de los escenarios, el diagnóstico es inequívoco: San Juan enfrenta un punto de inflexión, y de esa decisión dependerá no solo la calidad del servicio eléctrico sino la seguridad de quienes lo hacen posible y de quienes lo reciben.