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Día de la Madre: el 50% de las compras en San Juan se hizo con tarjeta de crédito

Aunque la mitad de las compras del Día de la Madre en San Juan se realizó con tarjeta de crédito, el consumo minorista cayó por cuarto año consecutivo. Los planes de cuotas y las promociones bancarias amortiguaron la baja, pero no lograron revertir la pérdida de poder adquisitivo. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) informó una retracción del 3,5% interanual a precios constantes, en una fecha que ya no impulsa el comercio como antes.
El Día de la Madre volvió a ser un termómetro del comportamiento del consumo en medio de una economía ajustada. Según datos de Comerciantes Unidos de San Juan, el 50% de las compras efectuadas en el microcentro se pagaron con tarjeta de crédito, mientras que el 30% se canalizó a través de medios digitales y el 20% restante mediante efectivo o débito.
El uso intensivo del crédito se vinculó directamente con las promociones bancarias y los planes de cuotas sin interés, que se convirtieron en herramientas decisivas para sostener el nivel de ventas en un escenario de ingresos familiares erosionados. Perfumerías, indumentaria y calzado encabezaron los rubros más elegidos, seguidos por florerías y artículos tecnológicos, con un ticket promedio cercano a los 50.000 pesos, según el relevamiento local.
Desde el sector comercial destacaron el fuerte movimiento en el centro sanjuanino durante el fin de semana, aunque reconocieron que las operaciones dependieron en gran medida de los beneficios financieros ofrecidos por bancos y emisoras de tarjetas.
A nivel nacional, el gasto real se contrajo
El panorama nacional, sin embargo, mostró un retroceso. De acuerdo con el informe difundido por CAME, las ventas minoristas pymes por el Día de la Madre registraron una caída real del 3,5% interanual, constituyendo el cuarto descenso consecutivo en igual fecha.
El ticket promedio nacional se ubicó en 37.124 pesos, un aumento nominal del 9,8% respecto a 2024, pero con una variación real negativa del 16,7% al descontar la inflación. En otras palabras, las familias gastaron menos que el año pasado, tanto en volumen como en poder de compra efectivo.
A pesar de que el 83,5% de los comercios aplicó descuentos, reintegros y cuotas promocionales, las ventas no lograron repuntar. Las estrategias comerciales, si bien ayudaron a sostener la circulación de clientes, no compensaron la pérdida de ingreso disponible.
Percepciones empresarias y desempeño desigual
CAME precisó que el 41,7% de los comerciantes consideró que las ventas estuvieron en línea con lo esperado, un 35% las evaluó por debajo de las previsiones, y un 23% declaró resultados superiores a lo proyectado.
La disparidad de percepciones refleja que, aunque ciertos rubros se beneficiaron de promociones específicas, la mayoría no logró escapar a la tendencia general de retracción. En particular, los bienes durables continuaron siendo los más afectados por la pérdida de poder adquisitivo.
Análisis sectorial
Calzado y marroquinería: registró una baja interanual del 1,9%, una de las menores del conjunto, mostrando cierta estabilidad frente al resto de los rubros.
Cosmética y perfumería: descendió 5,6% en términos reales, prolongando una tendencia negativa observada en los últimos años.
Electrodomésticos, artefactos del hogar y equipos de audio y video: fue el único sector con crecimiento real, con una leve suba del 0,6% respecto a 2024, favorecido por descuentos y programas de financiación extendida.
Equipos periféricos, accesorios y celulares: cayó 3,2%, aunque desaceleró la fuerte contracción del año anterior.
Indumentaria: retrocedió 3,3%, levemente por debajo del promedio general.
Librería: mostró la mayor caída, del 6,3%, debido a un cambio de hábitos de compra y a la preferencia por regalos de menor valor.
En conjunto, cinco de los seis rubros analizados evidenciaron caídas interanuales, lo que confirma la debilidad estructural del consumo minorista, incluso en fechas tradicionalmente fuertes.
El Día de la Madre 2025 dejó un diagnóstico claro: las promociones y la financiación sostienen el consumo, pero no logran revertir la caída real de las ventas. La dependencia creciente del crédito refleja el deterioro del poder adquisitivo y la necesidad de políticas que fortalezcan el ingreso de los hogares sin recurrir al endeudamiento.
Los comerciantes, por su parte, mostraron capacidad de adaptación mediante descuentos, convenios y estrategias digitales, aunque la rentabilidad continúa ajustada. Mientras tanto, los consumidores priorizan precios, cuotas y beneficios, en una economía donde cada compra se mide con mayor cautela.
Si la tendencia persiste, las fechas especiales podrían perder su rol como motor de ventas estacionales y transformarse en un indicador más del delicado equilibrio entre consumo, inflación y financiamiento en la Argentina actual.