destacada

Los servicios públicos aumentaron 526% con Milei y ya consumen más del 10% de los salarios

Un informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios de la UBA reveló que, desde diciembre de 2023, la canasta de servicios públicos en el AMBA se encareció más de cinco veces, muy por encima de la inflación y de la evolución de los salarios. El transporte explica casi la mitad del gasto total de los hogares.

Los servicios públicos se consolidaron como una de las principales fuentes de presión sobre los ingresos familiares durante la gestión de Javier Milei. Entre diciembre de 2023 y septiembre de 2025, la canasta que reúne los consumos de energía eléctrica, gas, agua potable y transporte en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) acumuló un incremento del 526%, contra un 164% de inflación general, según el último reporte del Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP-UBA.

Aunque en septiembre se registró una baja mensual del 7,7% en comparación con agosto —explicada por el menor uso de calefacción tras el fin del invierno—, la tendencia de fondo muestra que las tarifas crecieron tres veces más rápido que el índice de precios al consumidor. Esa dinámica se agravó al contrastarse con los salarios: de acuerdo con estimaciones privadas, los ingresos registrados se ajustaron un 5,5% por debajo de la inflación desde el inicio de la actual gestión, mientras que los no registrados sufrieron pérdidas de entre 8% y 9%.

El peso en el bolsillo resulta cada vez más evidente. Un hogar promedio del AMBA necesita hoy $173.625 mensuales para afrontar el pago de servicios públicos sin subsidios. En la desagregación, el transporte fue el rubro con mayor incremento interanual, del 33%, al pasar de $56.228 a $74.692. El gas natural y el agua acompañaron con aumentos del 23%, y la electricidad lo hizo en 18%. Solo el transporte explicó 13 de los 26 puntos porcentuales del alza interanual de la canasta, mientras que electricidad, gas y agua sumaron el resto de manera más equilibrada.

En relación con los salarios, el informe del IIEP detalló que las tarifas representan ya el 11,1% de un salario registrado promedio estimado en $1.564.013. Dicho de otro modo, con un sueldo se pueden cubrir nueve canastas de servicios públicos, cuando un año atrás apenas alcanzaban para 7,8. Además, el transporte absorbe el 43% del gasto total en servicios, duplicando el peso de cada uno de los otros tres ítems.

El fuerte aumento de las tarifas, sumado al retroceso real de los salarios, perfila un cuadro de creciente tensión distributiva y refleja los costos sociales del esquema de quita de subsidios impulsado por el Gobierno. La reducción del esfuerzo fiscal del Estado, que actualmente cubre la mitad del valor de los servicios, se traduce en un ajuste directo sobre los hogares. En este escenario, la combinación de inflación persistente, tarifas dolarizadas y deterioro salarial anticipa que el acceso a los servicios públicos continuará siendo un factor de conflictividad económica y social en los próximos meses.

Tendencias

Salir de la versión móvil