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Marcelo Trujillo: “La unidad sindical es decisiva frente a fábricas cerradas y despidos”

El secretario general de los trabajadores telefónicos de San Juan, Marcelo Trujillo, celebró un acuerdo salarial que permitirá sostener el poder adquisitivo en el corto plazo, aunque bajo la restricción de los índices oficiales que limitan las subas. En diálogo con Mundo Laboral SJ advirtió que la pérdida de 220 mil empleos en 19 meses refleja un deterioro comparable o superior al de los años 90, y defendió la necesidad de fortalecer la unidad de la CGT frente a un escenario de ajuste, cierre de fábricas y nuevas amenazas derivadas de la automatización tecnológica.
En un escenario marcado por la inflación persistente y el deterioro de los ingresos, los trabajadores telefónicos lograron en los últimos días una mejora salarial que, aunque limitada por los topes oficiales, representa un respiro en medio de la crisis.
Trujillo, explicó que las negociaciones paritarias pasaron de ser anuales a trimestrales, y actualmente se discuten mes a mes, en función del SEM y del IPC, los índices de inflación de referencia. “Hoy estamos más cerca del 2%, con un último registro del 1,9. Hace apenas unas semanas era 1,1. Lo que buscamos es que cualquier acuerdo impacte rápido en el bolsillo del trabajador y no quede obsoleto a los dos meses”, remarcó.
El dirigente aclaró que, para lograr homologar los aumentos sin superar los límites fijados, muchas veces es necesario diseñar mecanismos mixtos que incluyan montos fijos y adicionales. “Se trata de que el compañero cobre ya, porque si se demora la homologación, la plata no llega y la gente necesita seguir viviendo”, afirmó.
En este esquema juega un rol central el “día telefónico”, un beneficio anual que los trabajadores perciben cada enero y que equivale prácticamente a un sueldo extra. “Ese adicional es clave para sostener ingresos, pero no alcanza para compensar la pérdida del poder adquisitivo. Por eso la lucha salarial es permanente”, reconoció Trujillo.
La CGT y el futuro inmediato
Más allá de lo estrictamente salarial, Trujillo forma parte de la CGT Regional San Juan, que sigue con atención la situación de la central a nivel nacional. La renovación de autoridades prevista para el 5 de noviembre aparece como un hecho político de relevancia. Según el dirigente, se perfila la continuidad de un triunvirato en lugar de un unicato, lo que permitiría “mayor participación y más fuerza colectiva”.
“La CGT busca abrir instancias de diálogo, pero sobre todo preservar la unidad. Todos los días tenemos fábricas que cierran, despidos que golpean a familias enteras y derechos laborales que retroceden. En este escenario, la unidad sindical no es un lujo: es una necesidad estratégica”, subrayó.
El sindicalista también advirtió sobre el avance de la crisis industrial, que en muchos casos no se visibiliza en los discursos oficiales pero que se percibe en los territorios. “Son situaciones que no siempre aparecen en los medios nacionales, pero que la CGT y las regionales ven cotidianamente. El trabajador despedido es la cara más dura de este ajuste”, dijo.
Crisis del empleo y revolución tecnológica
El referente telefónico fue contundente al evaluar los datos recientes del Ministerio de Trabajo: 220 mil empleos registrados se perdieron en apenas 19 meses. A su juicio, se trata de un golpe “más grave que lo ocurrido en los años 90”, etapa recordada por el desempleo masivo y las privatizaciones.
A este cuadro, Trujillo agregó un factor estructural: el impacto de la automatización, la digitalización y la inteligencia artificial. “Estamos dentro de una revolución tecnológica que ya transforma el mundo laboral. Muchos procesos se automatizan, y eso naturalmente reduce puestos de trabajo. Pero a esta dinámica global se suma la crisis económica local, que está devastando empresas que no logran resistir”, explicó.
En el caso del sector telefónico, el sindicalista reconoció que la incorporación de nuevas tecnologías ha permitido mejorar servicios, pero al mismo tiempo genera presiones sobre el empleo y la necesidad de reconversiones laborales. “Es un desafío doble: defender los puestos actuales y preparar a los trabajadores para un futuro que ya llegó”, apuntó.
El rol del sindicalismo
En un clima de incertidumbre, Trujillo reafirmó la importancia del sindicalismo como herramienta de defensa colectiva. “Lo que buscamos en cada paritaria es que el trabajador tenga la certeza de que no queda a la deriva. Puede que los aumentos no sean los que quisiéramos, pero cada punto que se consigue es fruto de la negociación y de la organización gremial”, señaló.
Finalmente, remarcó que la CGT y las organizaciones sindicales deben proyectarse también hacia el terreno político. “La elección de noviembre marcará un rumbo. No se trata solo de elegir autoridades, sino de definir qué modelo de sindicalismo necesitamos para enfrentar la crisis actual y el futuro del trabajo”, concluyó.
La entrevista con Marcelo Trujillo deja al descubierto la compleja trama que atraviesan los trabajadores: acuerdos salariales que apenas alcanzan para empatar la inflación, un mercado laboral que destruye empleos a un ritmo alarmante, la presión de la revolución tecnológica y un escenario político que demanda unidad sindical como condición indispensable. Entre la urgencia de hoy y los desafíos de mañana, la voz de los telefónicos de San Juan refleja el pulso de un país donde el trabajo se convierte en la frontera más disputada del ajuste y la esperanza.