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Docentes universitarios iniciaron una semana de paro con fuerte adhesión y reclamos por salarios

El gremio de docentes universitarios inició este lunes una semana completa de paro en las 57 universidades nacionales, en protesta por la falta de respuestas del Gobierno Nacional ante la crítica situación salarial y presupuestaria del sector. Desde ADICUS, Edith Liquitay, detalló que el primer día de la medida registró un acatamiento promedio del 75% a nivel nacional, con picos de hasta el 100% y un 95% en preuniversitarios.
El conflicto no es nuevo. Según explicó la dirigente, desde septiembre de 2024 el Ejecutivo no convoca a paritarias, rompiendo los espacios de negociación formal. Durante este período, los salarios perdieron más del 40% de su poder adquisitivo, lo que equivale a seis sueldos completos en 17 meses. A esto se suma la pérdida de 10.000 docentes que abandonaron la universidad pública por falta de condiciones laborales y remuneraciones dignas.
Liquitay subrayó que el 70% de los docentes percibe entre $380.000 y $700.000 mensuales, por debajo de la canasta básica, lo que obliga a muchos a sostener tres o más trabajos para subsistir. La protesta, advirtió, excede lo salarial: implica la defensa del presupuesto universitario, la estabilidad laboral, la continuidad de programas de investigación y extensión, y el sostenimiento de becas para estudiantes.
Durante esta semana, además del paro total, algunas unidades organizan clases públicas y actividades abiertas, como en la Facultad de Sociales y la carrera de Teatro dependiente de Filosofía. El plan de lucha continuará con paros rotativos de 48 horas durante agosto y culminará en una marcha federal prevista para el 7 de septiembre, salvo que el Gobierno ofrezca soluciones concretas.
La dirigencia advierte que los aumentos por decreto otorgados —del 1,1% y 1,2%— resultan “irrisorios” y no revierten la crisis. “Queremos estar en el aula, pero sin un diálogo serio y una propuesta real, las medidas se profundizarán”, afirmó la dirigente gremial.
El paro cuenta también con el respaldo del sector no docente, lo que ha potenciado su impacto en todo el país. La expectativa de los gremios es lograr una negociación urgente que garantice el funcionamiento del sistema universitario público y evite su progresivo deterioro.