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La inflación volvió a subir en junio e impacta en los bolsillos populares

La inflación volvió a subir en el mes junio, especialmente en los barrios más humildes, donde los aumentos en alimentos duplican el promedio general. La situación genera preocupación sobre la estrategia económica del gobierno y su impacto en las elecciones legislativas de octubre.

La inflación es un problema que no se ha ido, y su efecto se siente especialmente en los sectores más vulnerables de la sociedad. Según el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci), la Canasta Básica de Alimentos en el conurbano bonaerense aumentó 3,41% en junio. Esto significa que una familia necesitó $186.330 más que hace un año para comprar los mismos productos de almacén.

Esa suba se sintió fuerte en los bolsillos. Una familia necesitó en junio $186.330 más que hace un año para comprar los mismos productos de almacén, $110.000 más para adquirir los mismos cortes de carne y $75.000 adicionales para acceder a la misma cantidad de verduras.

Pese a la baja interanual de la inflación (que pasó del 84,5% en enero al 43,5% en mayo), esa desaceleración no se tradujo en alivio real para la mayoría. En paralelo, los salarios, las jubilaciones y las pensiones se desplomaron. Con menos dinero en los bolsillos, la gente no volvió a consumir. “La baja de los precios no devolvió a la gente a los comercios”, graficó un informe reciente.

A nivel nacional, las consultoras privadas estiman que la inflación de junio rondó entre 1,5% y 1,8%. Sin embargo, el Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) marcó un 2,1%, rompiendo con la tendencia del mes anterior, que había sido la más baja en cinco años y motivo de festejo para el oficialismo.

La situación en los barrios populares es crítica. Los aumentos en alimentos y servicios indispensables mantienen las dificultades de los hogares para prever el manejo de presupuestos que no se incrementan en la proporción de los aumentos que se producen, según destaca Isaak Rudnik, director del Isepci.

La estrategia económica del gobierno ha sido cuestionada por varios expertos. Nicolás Trotta, exministro y actual director del Centro para la Concertación y el Desarrollo, señaló que «el alza en los alimentos cuestiona la estabilidad cambiaria y la estrategia gubernamental basada en el ancla del dólar y el control de paritarias». La presión cambiaria y la falta de resultados tras el retiro parcial del cepo también complican la situación.

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