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La precarización laboral se profundiza, cae el poder adquisitivo y crece el descontento

Nuevos estudios del mercado laboral revelan un deterioro cualitativo en el trabajo formal e informal, con un aumento en las horas trabajadas y el pluriempleo. La desocupación promedio supera el 7%, con una pérdida de 105 mil puestos de empleo en el último año, afectando principalmente a la construcción, la industria y los empleos públicos.
La situación laboral en Argentina se vuelve cada vez más precaria, según informes del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) y la consultora EMPIRIA. El trabajo no registrado crece, con ingresos por debajo de las escalas salariales acordadas entre los gremios y las cámaras empresarias. Solo algunos sectores, como la minería, la energía y la actividad financiera, muestran cierta estabilidad, aunque no necesariamente se caracterizan por tener alta contratación de fuerza laboral.
En contraste, la mayoría de las áreas productivas experimentan un retroceso en la contratación de mano de obra. La construcción y la industria son las más afectadas, con una importante disminución en la cantidad de puestos de trabajo. Los empleos públicos también se ven afectados, lo que genera incertidumbre y preocupación entre los trabajadores.
La pérdida de poder adquisitivo es uno de los principales problemas que enfrentan los trabajadores en relación de dependencia. La caída del salario real se traduce en una disminución significativa en su capacidad de compra, lo que genera insatisfacción y descontento. La precarización laboral se convierte en un círculo vicioso, donde los trabajadores se ven obligados a trabajar más horas o buscar múltiples empleos para mantener su nivel de vida.