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Un nuevo golpe al bolsillo: el boleto de colectivo en San Juan sube un 34%

A partir de abril, el costo del boleto del pasaje urbano se incrementará a $750, en una decisión que responde al aumento de costos operativos y salariales. Mientras el Estado intenta amortiguar el impacto con subsidios, los usuarios vuelven a ser los principales perjudicados.

En un contexto de creciente presión inflacionaria y ajustes tarifarios en los servicios esenciales, el Gobierno de San Juan confirmó un aumento del 34% en la tarifa del transporte público. A partir del mes de abril, el pasaje de la primera sección pasará de $560 a $750, una suba que, si bien se encuentra por debajo de las expectativas empresariales, impactará de lleno en el presupuesto de los ciudadanos.

Este ajuste no solo afecta a los usuarios del sistema urbano, sino que también repercutirá en las tarifas de los viajes interurbanos, cuyo valor se incrementará de manera proporcional a la distancia recorrida. Además, se establecieron montos diferenciados para los boletos escolares y docentes, fijados en $250 y $375 respectivamente. Estas cifras obedecen a cálculos oficiales que estipulan que la tarifa estudiantil debe equivaler a un tercio del pasaje general, mientras que la docente debe representar el 50% del mismo.

El incremento tarifario no es un hecho aislado. Su aprobación ocurre en un escenario de negociaciones salariales con los conductores del servicio de colectivos, cuyo último acuerdo fijó un sueldo de $1.060.000. Para acompañar este ajuste, el Gobierno provincial anunció una asistencia extraordinaria de $280 millones para ayudar a las empresas a cumplir con sus obligaciones, además de los $3.000 millones ya comprometidos en subsidios.

Sin embargo, este esquema de financiamiento público no logra evitar que el costo del servicio termine recayendo sobre los pasajeros. El argumento oficial apunta a la necesidad de sostener un sistema de transporte en funcionamiento en un contexto de creciente presión inflacionaria y recortes en los aportes nacionales. No obstante, para el usuario promedio, la ecuación es clara: cada ajuste tarifario representa un golpe directo a su economía, reduciendo su capacidad de movilidad y acceso a servicios esenciales.

El aumento del boleto de colectivo en San Juan se inscribe en una dinámica más amplia de ajustes y reconfiguración de subsidios en el transporte público. Mientras las autoridades intentan equilibrar las cuentas y sostener las fuentes de empleo en el sector, la realidad cotidiana de los sanjuaninos se ve afectada por tarifas cada vez más elevadas. La pregunta que persiste es hasta qué punto el esquema actual es sostenible sin un impacto más equitativo en la distribución de costos entre el Estado, las empresas y los usuarios.

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